La revista del Grupo Noriega publica en su último número una entrevista al que fue presidente de Foro Sevillista, Luis Marín Sicilia. El notario sevillano analiza la actual situación económica y política y, naturalmente, en una conversación con él no podía faltar una referencia al fútbol y especialmente al Sevilla.

 Revista de Noriega

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Otra vez la justicia nos da la razón. Muchos años predicando el desierto, a solas, sufriendo continuas descalificaciones cuando denunciábamos la despatrimonialización del club en favor del prócer, pero la lenta maquinaria de la Justicia, implacable, ha hecho su trabajo y una Sentencia de la Audiencia Nacional ratifica el uso y el abuso de las famosas "canalisasiones". Esta es la información que recoge hoy Antonio Félix en las páginas de El Mundo:

 El Mundo de Andalucía

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Magnífica la entrevista que Juan Manuel Ávila le ha hecho al presidente del Sevilla y que publica el diario sevillano ABC, con motivo de nuestro 102 cumpleaños. Toda ella rezuma interés pues, no en vano, el periodista ha tocado con intención todos los temas de actualidad del club decano del fútbol sevillano.

 Entrevista en ABC

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El Diario de Sevilla publica hoy un editorial que se transcribe más adelante y que, con todo lujo de detalles, valora la decisión del gobierno municipal de la ciudad de Sevilla de REGALAR AL REAL BETIS BALOMPIÉ la parcela que actualmente es utilizada como aparcamiento en la preferencia del Estadio de la Exposición Universal de 1929. Con sigilo, rozando la clandestinidad y abusando y aprovechándose de las recuperadas buenas relaciones entre los clubes, que nunca fueron rotas por el Sevilla FC, la coalición de gobierno socialista-comunista vuelve a hacer de las suyas cuarenta años después.

Si en los años sesenta fueron los ediles franquistas los que, saltándose a la torera las entonces vigentes leyes administrativas de procedimiento y de contratos, donaron por una cantidad simbólica (14 millones de pesetas, que jamás se desembolsaron en su totalidad) el citado estadio al club verdiblanco, es ahora, en una democracia ya consolidada (eso dicen), cuando los actuales rectores del Ayuntamiento sevillano no se cortan un pelo en regalar, OTRA VEZ, al mismo club 13.500 metros cuadrados de suelo para la construcción y explotación de tres bloques de nueve plantas de altura que sobrepasan en decenas de metros la edificabilidad media de la zona. Todo ello, sin olvidar que la actual ciudad deportiva verdiblanca también es de titularidad municipal y cedida en precario al club por la misma administración.

Naturalmente -dirán unos- que ahora no es el momento (tras el abrazo de donmanué) de meter palos en candela. Y sí será el momento -dirán otros- de aprovechar la extraordinaria coyuntura de paz social, de estirar el gañote y de sustraer a todos los sevillanos, y a la sociedad lela de la que forman parte, el patrimonio que les pertenece.

Al menos los concejales franquistas tuvieron el decoro de incluir en el documento de cesión del estadio una cláusula de reversión que obliga al permanente uso deportivo de los terrenos cedidos. Los ediles actuales, democracia en ristre, descapitalizan a la ciudad en favor de una entidad privada. ¿Nos tenemos que callar porque ahora las relaciones institucionales son -eso dicen- estupendas?

Y para muestra, un botón: todo el valiosísimo patrimonio, pasado y presente, del club sevillista, como demuestra la anterior imagen, ha sido adquirido con la sangre, sudor y lágrimas de los sevillistas, sobretodo de los más antiguos que no dudaron en desprenderse de su patrimonio para hacer del Sevilla FC el club más grande del sur de España.

 Editorial

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Nuestro admirado Jesús Alvarado se ha despedido hoy -esperemos que sólo sea una pausa- de sus lectores. Más abajo, y naturalmente en su seguidísimo blog, puedes leer su "hasta luego". Desde este sitio le queremos hacer llegar a Jesús nuestro sentimiento tantas veces tan cercano:

Te entiendo perfectamente. Los que mantenemos a diario un sitio en internet que no se acerca ni con mucho al lugar al que tu has elevado tu blog, coincidimos plenamente con cada uno de los párrafos de este tu último (esperemos que momentáneamente) post.

Tus mismas preguntas, tus mismas incertidumbres, tus mismos porqués... me han invadido en multitud de ocasiones.

Mira, curiosamente la semana pasada un amigo sevillista me pidió que te comentara cómo valoraba enormemente tu blog. Un sitio de deportes en internet que ocupa los primeros lugares del ranking en lengua castellana y en el que no aparece una sola llamada de publicidad. Podrías tener (seguro que lo sabes) unos ingresos increíbles y sin embargo tú has declinado todo ello en favor de tu independencia total. Me comentaba que, ya que habías declinado ese merecido enriquecimiento, podrías derivar esos seguros ingresos a fundaciones, asociaciones o necesitados sevillistas, en una labor que sería recordada por los siglos de los siglos.

En un mundo donde el mercantilismo está a la orden del día, tú decisión es muy digna de alabar.

Te admiramos, respetamos tu decisión y sólo tú debes decidir si merece la pena volver.

Un saludo.

Paco Romero.

 Jesús Alvarado

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De nuevo el verbo crítico del gran Antonio Burgos. Esto escribe hoy en el diario ABC de Sevilla:

 Antonio Burgos

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El pasado sábado, el portal del ABC publicaba un artículo firmado por el joven informador Alberto García Reyes. ¡Quién los ha visto y quién los ve!. Entonces... lo de presidente perpetuo... ¿nos lo pensamos mejor?

En aquel tiempo en el que las vacas eran aún más flacas, cuando Heliópolis tronaba en contra de un busto de bronce imperturbable, al caer la oscuridad, la eterna oscuridad en la que vive este Betis abisal, el autarca le cogió el teléfono al único que se lo coge cuando las cosas van mal -ser o no ser del loperismo- y le hizo una confesión salvadora: "José Ramón, haremos cinco fichajes".

Por ahí debe estar grabado. Cinco, dijo cinco. La realidad actual, cuando aún no ha mucho de aquellos diez minutos en la morgue de Santander, es que han venido cuatro. Salvo si el entrenador se contabiliza como fichaje, que sería la primera vez, don Manuel ha vuelto a mentir. Mintió Pepe León cuando dijo que se las piraba el 30 de junio. Y mintió el máximo accionista al anunciar cinco fichajes. La propia cadena Ser tiene un programa perfecto para las palabras de Lopera: Hablar por hablar. Arengas de madrugada. Peroratas hueras en las que incluso cabe el disparate: "Si podemos ganar la Liga vamos a ir a por ella". Lopera aguanta porque necesita tiempo. Vende lemas que sabe que son falsos para ganarle el pulso al reloj. No puede traspasar sus acciones todavía. Aún hay muchos cabos que atar en los entresijos del Betis. Mejor dicho, de Incecosa, Encadesa, Tegasa... Todo es una mentira.

Cúper, con su indudable prestigio, también se suma al dislate: "No voy a descartar que este equipo vaya a ganar la Liga". Apuesta por el discurso que se le impone desde la cima como si fuera propio. Pero en Ceuta, cuando el balón no llevaba rodando siquiera un minuto, ya estaba Ricardo recogiéndolo de la red. Hablar por hablar. Es cierto que aún no se ha cerrado el mercado de fichajes y que podría caer el quinto. Es verdad que todavía el equipo está en plena pretemporada. Todo eso es verdad. Pero también es cierto que el Betis no ha hecho nada todavía y que, por ahora, todo es hablar por hablar. Como casi siempre en Heliópolis mientras siga imperando el régimen absolutista.

 Alberto García Reyes

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El pasado viernes, 4 de mayo, el portal muchodeporte.es publicaba un artículo que, por su interés, traemos a este sitio, firmado por Andrés Ocaña, periodista de Radio Marca y colaborador de CRN Giralda Televisión, sin duda, pese a su juventud y pese a sus colores -sólo le falta ser sevillista para tenerlo todo-, el mejor y más importante periodista deportivo de la ciudad de Sevilla y de España. Puede errar en ocasiones en sus comentarios y apreciaciones pero su profesionalidad, coraje, valentía y gallardía le han aupado, defendiendo su verdad le pese a quien le pese, al vértice del numeroso grupo de informadores que compone la información deportiva hispalense:

No hay derecho a lo que le están haciendo a los sevillistas. Es inadmisible que el señor Del Nido siga obcecado en la terrenal y vacía tarea de hacer de su equipo una de las escuadras más potentes del continente europeo, mientras las cosas verdaderamente importantes quedan en un segundo plano. Es totalmente inadmisible que el presidente de Nervión se conforme con que los suyos se hayan plantado en dos finales y estén peleando por el título de Liga con entidades que quintuplican su presupuesto y que deje de lado otros asuntos. No es normal que Del Nido, escoltado por personas de su máxima confianza y amparado en la filosofía de delegar funciones a profesionales preparados, se haya dedicado en los últimos cuatro años a crear una estructura empresarial y deportiva cuyos resultados están en boca de todos sin atender a lo fundamental que debe ocupar a un club de fútbol. Mientras el Sánchez Pizjuán vive una fiesta tras otra y su afición, que colma la grada desde hace varias temporadas, se encuentra sumida en una nube de delirio y felicidad, Del Nido sigue olvidando lo más importante. Pues nada… a seguir fichando bien, a seguir ganando cosas, a seguir haciendo dinero, y a seguir metiendo títulos nacionales e internacionales en las vitrinas, que parece que es lo único que ocupa y preocupa a del Nido. Pero yo me pregunto, señor Del Nido… ¿cuándo va a construir usted un parking con dos puertas para los suyos? 

 Andrés Ocaña

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Un nombre: Johan. Un apellido que lo dice todo por sí sólo: Cruyff. El pasado lunes en el diario La Vanguardia de Barcelona, dejó muy claro quiénes son hoy por hoy los grandes del fútbol europeo, y por ende, del mundial. Deléintense, sí, uno de ellos es el Sevilla F.C.:

Llegamos al tramo final de la temporada, el de verdad, el que decide los títulos. Y más allá de quién los gane, hay tres equipos en Europa ante los que nos hemos de descubrir: Manchester United, Chelsea y Sevilla. Cualquiera de ellos puede ganarlo todo y no ganar nada, pero esto, para mí, es lo de menos. Tal como yo entiendo el fútbol, llegar a abril optando a tres títulos es sencillamente irreprochable. Luego ganarás uno, dos, tres o ninguno, pero los tres equipos citados ya tienen mi felicitación.

Este fin de semana, el Manchester United y el Chelsea se clasificaron para la final de la FA Cup que se disputará en el remodelado Wembley. Ambos están en semifinales de la Champions y el campeón de la Premier saldrá de otro apasionante mano a mano entre los dos. Y si no recuerdo mal, el Chelsea ya tiene un título esta temporada, el de la Carling Cup. En Inglaterra, un torneo de prestigio. Tanto, que durante años y años se disputó en Wembley y de un tiempo a esta parte el escenario de la final es el Millenium Stadium de Cardiff (Gales).

Del resto de equipos europeos, de todos los países, sólo hay uno que esté en la línea de Manchester y Chelsea: el Sevilla. Semifinalista de la UEFA y de la Copa, y arriba en la Liga. Su campaña es, por tanto, perfecta. Y la perfección, como yo la entiendo, no obliga a levantar una copa. Eso es de matrícula de honor, porque lo que valoro de verdad es el sobresaliente que supone el estar vivo en tres competiciones en el mes de abril. ¿Y si lo pierden todo en mayo? Puede pasar, cierto, pero ello no cambiará ni un ápice mi opinión al respecto. Un mes malo jamás puede empañar ocho meses casi impecables en cuanto a rendimiento colectivo.

De los semifinalistas de la Champions, tres ingleses y un italiano - el de siempre, y eso también es de chapeau-,lo que me llama la atención no es que haya tres equipos de un mismo país, sino que sean tan distintos en su fútbol. Es curioso, pero el Liverpool es el vivo reflejo de la ciudad, de su gente. Allí son trabajadores, lo han sido siempre, y su única exigencia hacia su equipo es que trabajen, que lo peleen. Y vaya si lo hacen. En bloque. Todos a una. La belleza del juego es lo de menos. El disfrute de sus seguidores llega por otra vía, la de la constatación de un esfuerzo.

El Chelsea es de Londres, nada que ver con Liverpool. A tradición y palmarés el Liverpool le lleva muchísima ventaja, pero por el solo hecho de ser un equipo de Londres, una ciudad con mil influencias y gente de todo tipo, su estilo de fútbol ya implica algo muy distinto. Esto, mezclado con la mentalidad portuguesa de su entrenador - primero evitamos riesgos, ya apretaremos si hace falta- y aplicado con un montón de grandísimos jugadores, te lleva a este Chelsea ultracompetitivo.

Con tipos como Giggs, Scholes, Cristiano Ronaldo o Rooney, el Manchester tiene un plus más de calidad futbolística. Combina técnica y garra. Dos virtudes históricamente presentes en este equipo, que, a diferencia de los otros, siempre intenta mandar en el campo. No de la forma en que lo entendemos en el FC Barcelona - juego de posición y ritmo de balón-, pero sí a su estilo, buscando los espacios en los pases largos como buen equipo inglés. Hablando de espacios y de pases largos, una reflexión acerca de Cristiano Ronaldo.

Ahora que ya es oficial su renovación por el Manchester - que no irá a otro equipo, vaya-, su decisión es para mí la correcta. Al menos, sí es la segura. El fútbol inglés le va perfecto. Más allá de su calidad, que la tiene y enorme, juega en un equipo donde encaja a la perfección. Técnicamente dotado, su físico, de tronco largo, le permite realizar sprints de 60 metros sin problema alguno. Y eso es más fácil con espacios por delante. Justo los que sabes que te da el fútbol inglés. ¿Podría brillar igual en España? Estaría por ver su grado de adaptación porque no se ha dado el caso. A menos espacios, su conducción de balón de un lado a otro tendría que combinarse y ampliarse con otras soluciones ya no individuales, sino colectivas. A su favor, más allá de su potencia - tremenda-, su calidad y su juventud. Y esto significa que estás en plena fase de formación. Como futbolista y como persona.

¿Puestos a elegir un equipo de los tres ingleses? El Chelsea. En el fondo es el que más me gusta. Ya no por lo que me da, sino por el potencial que se esconde tras lo que me da. El Liverpool es lo que ves. El Manchester, con muchísima más calidad, no esconde nada. El Chelsea, sin embargo, me tiene mosca. Como siempre. Para lo bueno y para lo malo. Y sin embargo, le doy un plus por encima del resto. Su potencial es enorme, pero sigue resistiéndose a dar su máximo de entrada. ¿Por qué marcan tantos goles en los últimos minutos? ¿Por qué ganan tantos partidos en las segundas partes? Porque hasta que no ven las orejas al lobo - como en Valencia- no sacan lo mejor de sí mismos. Y cuando lo hacen, cuando van a por el partido, son capaces de comerse literalmente al que tengan por delante. Sea quien sea. Yo, con tanto y tan buen futbolista, les daría una indicación muy personal. No esperéis al final. Salid y disfrutad de salida.

 Johan Cruyff

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Anunciamos ayer en este sitio la triste noticia de la muerte de Manuel Ramírez Fernández de Córdoba. Un bético recordado por todos, sevillistas incluidos. El destino quiso que su último artículo de ABC tuviese como destinatario al Sevilla F.C. y a su presidente. Sin palabras. Mejor dicho, la última palabra de Fernández de Córdoba:

José María Del Nido Benavente ha pasado del sí o sí con el que espoleaba a su gente ,y en más de una ocasión, me imagino cómo pondría al plantel y al entrenador en esa encrucijada, con esta doble afirmación que, según como se han desarrollado los hechos, ya se ha quedado pequeña para decir, a boca llena, en titulares que "el Sevilla le disputará el título al Barcelona y lo ganará" y ha añadido que su Sevilla "no sólo cree que puede ser campeón de Liga, UEFA y Copa, sino que es el único que puede aspirar a ello". Decir más en menos es imposible para continuar con que "la arrogancia no es mala, los sevillistas presumimos de un momento dulce y queremos disfrutar de ello" y cuando se le habla de lo que dijo de Rijkaard "fue que, si viniese al Sevilla, le tendríamos que poner en el Sevilla B porque con Juande tenemos el mejor entrenador del mundo y seguirá en el Sevilla porque cumple los objetivos marcados, en este caso, quedar entre los seis primeros", aunque tras esta última frase baja un poquito el pistón de sus sueños (o de realidades, ya se verá) al hablar de los seis primeros pero, ya puesto, a ver quién es capaz de toserle como le salga todo como lo sueña, aunque, insisto, probablemente sea el optimismo desmesurado que, por supuesto, encantará a los sevillistas, como cuando afirma que "espero que la prensa madrileña no me desestablice la plantilla porque el Real Madrid no vaya bien en la Liga y el Sevilla sí". Hablar claro se agradece en un fútbol de tantas componendas y no pocos faroles, pero, de momento, poquitos faroles se le han apagado y, a la vista está, su equipo anda como anda y tiene claro, al menos él, no ya el sí o sí, sino el sí definitivo. Hay que echarle valor al asunto cuando muchos presidentes sólo dicen frases hechas y más que manidas y éste huye de éstas y las traduce en sentencias. Como le salga bien todo lo que ha dicho, a ver quién le cuestiona y, si le sale mal, ahí también puede tener la salida airosa de que le quiten a él, a su plantilla, a su entrenador y a su afición lo bailao...

 M. Fernández de Córdoba

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Preside el mejor club del mundo, según reconocimiento que otorgó al Sevilla la Federación Internacional de Historia y Estadística, tal y como José María del Nido se encarga de recordar. Sin embargo, el objetivo no se queda ahí. Quiere Liga, Copa y UEFA. Todo:

José María del Nido Benavente no ha cumplido aún los 50 años, lo hará el próximo 6 de agosto. Su edad es un dato significativo, aunque no sabría decir si sorprendente o no, porque Del Nido, como otras pocas personas, no aparenta una edad concreta e igual podrías pensar que es un joven curtido o un veterano bien conservado, entre los 30 y los 60, seguramente favorecido por la indeterminación de una alopecia rotunda y prematura. Bronceado por el sol o por los genes, Del Nido es más estilizado de lo que se intuye en la televisión y luce lo que podríamos llamar el talle sevillaní, esa elegancia medio torera de los flacos sevillanos.

Por edad y oficio, letrado, José María del Nido es lo que se conoce por un profesional liberal tocado por el éxito y la suerte, según confirma el hecho de que fuera agraciado con 300.000 euros en la lotería de Navidad y como señala el interesado en propia definición: "Soy abogado y de los buenos, no le quepa duda". Un tipo de presidente que se hace sitio en nuestro fútbol (abogados son Calderón y Laporta, además de afortunados) y que afronta su responsabilidad con espíritu modernizador, estilo personal y unos resultados que son incuestionables.

Su visita al Foro Ferrándiz-AS se acogió con interés y cierta precaución, pues desde la distancia parece que Del Nido se acompaña de los tambores de la centuria romana. Y da un poco de miedo, aunque se disipa pronto. Se trata de un hombre más áspero que dulce, pero claro y preciso, sin otra licencia literaria que los refranes que tanto utiliza. Sobrio. Vestido con traje azul y corbata roja, uno tiene la sensación de que Del Nido no debe tener verde ni la esperanza.

Después de una presentación de Pedro Ferrándiz, que admitió que el invitado "ha sido un claro objeto del deseo del Foro" y a continuación recordó sus méritos al frente del Sevilla, el anfitrión se dio el gusto de recitar la delantera stuka: López, Pepillo, Campanal, Raimundo y Berrocal. Aquellos delanteros imponentes cuyo sobrenombre se inspiró en los aviones alemanes que dominaban el cielo de Europa en los primeros años 40 del pasado siglo.

Del Nido comenzó su exposición sin papeles ni apuntes: "El 20 de mayo de 2002 un grupo de amigos y socios, que contábamos con el 35% de las acciones, nos hicimos cargo de la entidad, que estaba en causa legal de disolución, pues las deudas superaban el 50% del capital social. En total, se debían 7.000 millones de las antiguas pesetas".

"Hicimos una planificación de lo que teníamos que hacer, de los pasos a seguir, y lo pusimos sobre un papel, para que quedara constancia. Primero debíamos sanear, conseguir que el club funcionara como una sociedad mercantil moderna. Luego, nos propusimos volver a ilusionar a la afición, que en aquel instante estaba dormida. Y por último nuestro objetivo fue aspirar a un título. Y lo llevamos a cabo".

"Ahora tenemos 40 millones de fondos propios positivos, lo que ha revertido una situación que empezamos con 42 millones de deuda. Se puede decir que estamos al nivel de las sociedades anónimas más modernas. Tenemos un consejo que se reúne mensualmente, dos órganos de gestión, un comité ejecutivo y otro de dirección. En definitiva, como el Banco Santander, el Banesto o El Corte Inglés".

Una vez expuesto el ideario, Del Nido desarrolló cada uno de los objetivos planteados. Primero, explicó cómo se afrontó la obtención de recursos: "Lo hicimos con ventas y fichajes. Con todo el dolor de nuestro corazón nos hemos desprendido de futbolistas, pero siempre con la intención de tener después un mejor plantel. En estos momentos somos reconocidos como el mejor equipo del mundo y la pasada temporada ganamos el 66% de los títulos en juego. Esas ventas nos dieron 75 millones de euros de ingresos que nos permitieron hacer grandes adquisiciones, jugadores que ahora mismo no tienen precio. Daniel Alves, por ejemplo, nos costó 600.000 euros, Kanouté seis millones, Renato otros seis, Escudé dos y Poulsen vino con la carta de libertad".

Orgullo. Si Del Nido pudiera hincharse, lo haría. Así de orgulloso parece cuando se refiere al crecimiento del Sevilla, a su modo de reinventarse económica y deportivamente, a su espectacular forma de elevar al cielo a un club que no ganaba un título desde 1948, cuando levantó la Copa. "Ahora contamos 'sólo' con 16 internacionales y eso hace que haya una lucha fratricida por hacerse con un puesto de titular, pero una lucha sana".

Enganchar al público fue el siguiente reto, no menos importante. En 2001, un año antes de la llegada de Del Nido y su equipo, el Sevilla había subido a Primera División, después de una temporadita en el infierno. "En 2002 había 25.400 abonados y hoy tenemos 41.600 y 6.500 en lista de espera. La remodelación del estadio Sánchez Pizjuán hará que pase de 45.000 a 60.000 espectadores, con la intención de alcanzar entre 50 y 52.000 abonados".

Uno de los muchos sevillistas que se dieron cita en el auditorio recordó la campaña que se lució por las playas de Huelva el pasado verano y que resumía, con sorna y arte, la comunión entre afición y equipo: "No te abones que no cabemos". El eslogan, por otra parte, describe bien la esencia sevillana, entre la ironía que pincha y el humor que hace cosquillas.

Precisamente, la arrogancia es una de las cosas que se echa en cara al presidente Del Nido, generalmente altivo. Y lo asume, pero no renuncia. "Creo que la arrogancia sevillista no es mala, aunque sea polémica. Estamos en el derecho de disfrutar de nuestro Sevilla. Dicen que soy arrogante porque un día dije que en el Sevilla Rijkaard entrenaría al equipo B, pero no hay más mentira que una verdad a medias. Cuando comenté eso fue porque, como presidente del Sevilla, entiendo que no hay mejor entrenador en el mundo que el nuestro Y no vean cómo se puso el entrenador del Sevilla B, Manolo Jiménez, cuando se enteró de que había mandado a Rijkaard al filial Miren, para mí, los míos son lo mejor".

Títulos. El último desafío en el proyecto de José María Del Nido fueron los títulos. Y el reto se consignó por escrito, para levantar acta y dar fe. Para obligarse. Para creer. "El papel lo aguanta todo. Tengo 47 años de antigüedad en el carnet de socio y hasta que llegamos al club no había visto ganar un título. En estos instantes podemos decir que en el Centenario del Sevilla ganamos la Copa de la UEFA y esta temporada la hemos comenzado con la Supercopa de Europa, donde derrotamos al todopoderoso Barcelona, que venía de golear al Bayern en el Gamper y de ganar al Espanyol en la Supercopa de España".

"No obstante, nuestro lema este año es 'Lo mejor está por llegar'. Somos capaces de codearnos con los grandes y aspiramos a todo. Hasta le damos épica, como demostramos en Ucrania, cuando nuestro portero marcó un gol de cabeza y forzó la prórroga en la eliminatoria".

Sin embargo, hay quien cree que el Sevilla no aguantará la presión en la recta final de la Liga, que ya lo ha demostrado cuando pudo aventajar a sus rivales, y perdió... "Respecto a la presión que dicen que sufrimos cuando somos líderes, debo decir que el Sevilla se cree firmemente que puede ser campeón de Liga, Copa del Rey y Copa de la UEFA. Y les recuerdo que no hay otro equipo en España que esté ahora mismo en las tres competiciones. Pero no es sencillo dar el zarpazo definitivo, tomar ventaja, porque hay una tensión física e intelectiva. Pero apuesten a que el Sevilla le disputará la Liga al Barcelona y la ganará".

José María del Nido llega al Foro pocas horas después de que el Sevilla se haya clasificado para las semifinales de la Copa, tras eliminar al Betis en un partido interminable que debía acabar cuanto antes. Todavía colean las provocaciones, el busto y la botella. Y para avivar el fuego, Juande y Luis Fernández se tiraron dardos tras liquidar la disputa en Getafe. "Hay una ley no escrita que dice que lo pasa en el terreno de juego, se queda en el terreno de juego. Así que si Juande no revela lo que pasó tampoco lo haré yo".

Del Nido pidió calma y negó su intervención en la batalla dialéctica. "Me remito al refrán: quien mucho habla, mucho se equivoca. En los días previos a los partidos yo no hice ninguna declaración y ustedes pueden comprobarlo. Sevilla y Betis convivimos perfectamente más allá del pique, pero hay cuatro o cinco energúmenos en todos los campos y no hay que darle más importancia que desterrar a esas personas del fútbol".

"Me parece que las aguas han vuelto a su cauce y los derbis volverán a ser la fiesta del fútbol sevillano".

Pero en el turno de preguntas por internet surgió una maldad cibernética: "¿Es cierto que cuando marcó Kanouté usted se giró al busto de Lopera y dijo: qué pasa Manolo, que te has quedado de piedra?". Aunque las risas fueron generales, Del Nido apenas sonrió: "Les aseguro que el presidente del Sevilla no hizo comentario alguno y si me preguntan si considero lo del busto una provocación, perdonen, pero no expresaré mi opinión".

La cautela hasta se transformó en defensa del eterno rival cuando tocó analizar el cierre del estadio Ruiz de Lopera. "El poderoso siempre tiene más posibilidades que el débil. El Betis ha sido muy injustamente tratado con el cierre del estadio. Hay que señalar con el dedo a los responsables de lo ocurrido y hacer que caiga sobre ellos todo el peso de la ley, pero no se puede culpabilizar a una afición. Les soy sincero: algún día quiero sentir la experiencia de ver cerrado el Camp Nou, el Bernabéu o el Calderón".

Del Nido reconoce su intento por fijar nuevos adversarios. "Hace dos años viajé a Madrid y dije que había que evitar los provincianismos y no buscar enfrentamientos con el rival de la ciudad. Porque el enfrentamiento con los grandes es lo que nos pone en la lucha por los títulos".

Choque. Pero ese enfrentamiento no es sólo deportivo, también tiene una vertiente económica. El éxito del Sevilla atrae a los grandes, que pretenden a sus estrellas. Alves es uno de los futbolistas codiciados. "Espero que la prensa de Madrid no quiera desestabilizar a este Sevilla porque aspira a ganar la Liga y el Madrid no. No es que descarte al Madrid, pero no hay duda de que el Barcelona y el Sevilla son los mejor colocados. Creo que tanto el Madrid como el Valencia todavía tienen opciones y el Madrid, como siempre, estará en la pelea final".

"El fútbol es un elenco de circunstancias que influyen y hablar de la posibilidad de la salida de algunos jugadores del Sevilla lo entiendo como una desestabilización. En el caso de Dani Alves, tiene siete años de contrato y una cláusula inalcanzable (60 millones de euros). He hablado con él y tiene los cinco sentidos en el Sevilla. No obstante, me gustaría más que se hablara de cuántos jugadores del Madrid quiere fichar el Sevilla". "No serán muchos...", culminó Alfredo Relaño.

Sin embargo, el interés de los grandes no se limita a los futbolistas. El nombre de Monchi, director deportivo, salió a la palestra. También el de Juande. "Ni han llegado ofertas por ningún jugador del Sevilla ni lo permitiríamos ahora, aunque no podemos evitar el interés de otros clubes por nuestros jugadores. Y Monchi no tiene cláusula, pero estamos muy contentos con sus servicios. Además, tiene una vinculación personal y afectiva con el Sevilla. Es el mejor directivo deportivo posible, rodeado de un elenco de fantásticos técnicos".

"Respecto a Juande, su renovación es automática con la consecución de determinados objetivos y uno de ellos era quedar entre los seis primeros, de modo que creo que seguirá con nosotros".

¿Significa todo eso que el Sevilla ha puesto fin a su política vendedora? "Es nuestro modo de gestión: todo es vendible y todo es comprable. Pero ahora no me gustaría que se fuera ninguna de nuestras estrellas. En cualquier caso, ya estamos preparando la plantilla de la temporada que viene. Hemos contratado a Kerzakhov, de 23 años y con un futuro floreciente. También al argentino Fazio, de 19 años, también con gran porvenir. Aunque cada vez nos resulta más difícil mejorar la plantilla, el Sevilla seguirá sin fichar jugadores de más de nueve millones. Las tres bes siguen siendo nuestra filosofía: bueno, bonito y barato. Con todo eso y con una cantera clave hemos logrado que este Sevilla sea el mejor de una historia que es centenaria".

El pasado. Del Nido también tuvo palabras para los ex. "No entiendo por qué Baptista y Reyes no están dando ahora el máximo rendimiento. No encuentro explicación para que no sean las estrellas que teníamos nosotros".

"Sobre Sergio Ramos, es posible que una parte de la afición no haya comprendido su salida, pero agua pasada no mueve molino. Se trata de un chico que se crió en nuestra cantera a los pechos de nuestros entrenadores y así debería ser recibido".

Y del pasado, al futuro. La recta final del campeonato hace que se despierten suspicacias que Del Nido rechazó de plano. "No veo manos negras que nos puedan perjudicar. Tenemos un fondo de plantilla impresionante. Las rotaciones oxigenan la plantilla y recuerdo que el mejor Valencia, el de Benítez, ganó dos títulos con un sistema en el que ningún jugador disputó más de 35 partidos".

"Tampoco temo a los árbitros. Creo ciegamente en su honradez, nunca se equivocan intencionadamente. Forman parte del fútbol".

Sobre la Copa, una sola preferencia para el sorteo de hoy: "Cualquiera (Depor o Getafe) menos el Barcelona. No es por miedo, es que sería una final anticipada". Y sobre la UEFA, un ruego: que el partido de ida contra el Tottenham se traslade del Jueves Santo (Madrugá en Sevilla) al martes previo.

Esos son los retos del Sevilla. En ese ambiente, con esos títulos logrados y con los que se aproximan, no es raro que la afición esté con José María del Nido Benavente. Importante el segundo apellido para que rime el grito: "¡Benavente, eterno presidente!".

 Juanma Trueba

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Valoración por Gerardo Torres de la decisión sevillista de someter a la consideración de la FIFA la comunicación de la Federación Española en el sentido de que el Sevilla podrá contar con sus internacionales para lo que resta del derbi copero:

Ha dicho el Comité de Competición que los internacionales del Sevilla pueden jugar el martes que viene contra el Betis e incorporarse después a sus respectivas selecciones, que la normativa es la que es y que las federaciones afectadas tienen que someterse a ella. Y como resulta que esas federaciones están pidiendo a sus jugadores, que en realidad son del Sevilla porque es el club de Nervión el que les paga, y muy bien, pues a Del Nido no le ha quedado otro remedio que acudir a la FIFA para que de una vez por todas aclare el entuerto.

El galimatías surge, según la resolución del Comité de Competición, porque las federaciones se pasan por el forro de sus caprichos las normas que rigen para todos y exigen derechos sin atender a los deberes. Y tienen las diferentes selecciones el derecho a reclamar a sus jugadores dentro de unos plazos, como tienen el deber de dejarlos con sus equipos fuera de esos plazos. El Sevilla, en realidad, es víctima de un desorden que implica presiones y, sobre todo, el chantaje emocional a unos futbolistas que al final se sienten incómodos y tratan de apretar al máximo para que les dejen marcharse, que ésta es otra y un día habría que hablar largo y tendido sobre los jugadores. Sabe perfectamente el presidente del club sevillista cuándo ha de dejar marchar a cada futbolista, pero también conoce la fuerza que los seleccionadoers hacen con todos ellos para que traten de liberarse de sus compromisos profesionales antes de lo debido y no quiere José María del Nido que sus chicos se queden aquí disgustados. Por eso ha de ser la FIFA la que dé un puñetazo sobre la mesa y le diga a cada federación que se deje de artimañas porque no pueden reclamar a sus internacionales uno o dos días antes de lo que marca el reglamento.

Y la verdad es que empieza a ser un poco cansino todo esto, porque el fútbol ha de servir para el disfrute, es decir, para el entretenimiento y para pasarlo bien, pero últimamente nos está tocando en Sevilla sufrir los desmanes y la falta de coordinación de los diferentes estamentos federativos, que se tiran la pelota de uno a otro enmarañando una situación que debería ser mucho más clara. Dice Valdano que el fútbol es "la cosa más importante de todas las cosas menos importantes", y así ha de ser. No puede servir constantemente para todo lo contrario, o sea, para mantener en vilo a miles de personas, para soliviantar a unos y contentar a otros con agravios improcedentes e intolerables.

Hace bien el Sevilla, una vez más. Que de una vez la FIFA los ponga firmes a todos y que los jugadores sepan que se tienen que quedar y que las federaciones lo acepten porque no tienen derecho a más. Ahora bien, como la gente de Blatter diga desde Zurich que el asunto no está tan claro y no le dé toda la razón a la Española, para qué querremos más. Aspirinas para todos por culpa de muy pocos.

 Gerardo Torres

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Para no perdérselo. Negro sobre blanco (aquí rojo sobre blanco). Las palabras del ex presidente de la Junta de Andalucía en un artículo publicado hoy en el diario ABC invitan a la reflexión:

CALÍGULA fue uno de los personajes más monstruosos de la historia de la humanidad. Inició su mandato gozando del cariño de la plebe, aunque parece que llegó con trampa al ejercicio del poder (algunos dicen que fue él mismo el que mató a su tito Tiberio). Se dedicó, por una parte, a excitar el cariño del público por todos los medios que granjean la popularidad, mientras que, por otro lado, no mostraba respeto por nada ni por nadie. «Que me odien con tal que me teman», dice Suetonio que era una de sus frases favoritas.

Calígula dilapidó el tesoro público, apropiándose de todo en su propio beneficio; quiso que se ignorara toda la historia anterior a él mismo, pues «su envidiosa malignidad, su crueldad y su orgullo se extendían a todo el género humano y a todos los siglos», según expresa Suetonio; persiguió, vejó y ordenó eliminar a los romanos más nobles; nunca cuidó de su pudor ni del ajeno, pues carecía de principios y despreciaba los valores asentados en la sociedad; y, para conseguir riquezas, recurrió a todos los medios posibles, como la rapiña y el fraude. A tal nivel llegaba su desprecio por todo, su insaciabilidad y su prepotencia, que quiso hacer que su caballo favorito, Incitatus, accediera al consulado, la máxima magistratura de Roma.

A pesar de que era un loco, un criminal y un pervertido, había gentes que se lo permitían y se lo reían todo. Hasta que llegó un día en que algunos miembros de la guardia pretoriana, su entorno más próximo, decidieron que, para salvar a Roma y a los romanos, había que quitárselo de en medio. A partir de ahí, la cosa de los emperadores romanos fue mejorando poco a poco, hasta que llegamos a Trajano y Adriano, con quienes se llegó al Siglo de Oro del Imperio.

El otro día, cuando vi el busto de Lopera presidiendo el palco del Real Betis Balompié, me acordé de Calígula. Uno quería divinizar a su caballo y otro endiosa a su busto. En ambos casos, se expresa desprecio por todo y a todos. En ambos casos, con indignidad de los circunstantes. Desde entonces siento una infinita vergüenza propia. Los que puedan, tienen que hacer algo. El Betis está en peligro, a pesar de ganar en La Coruña. Con Calígula y a pesar de Calígula, los legionarios romanos seguían haciendo su trabajo, sobre todo si les pagaban.

¿Hasta cuándo? ¿Hasta dónde?

 José Rodríguez de la Borbolla

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Las opiniones desde Madrid, increíblemente, continúan apuntando a la verdad. Julián García Candau "reincide" señalando al culpable:

Manuel Ruiz de Lopera tiró la piedra y escondió la mano. El Comité de Competición, limitándose a sancionar a quienes están bajo su jurisdicción, abrió expediente al teórico presidente, Pepe León, un mandado, que sirve de parapeto al dueño.
La participación del poseedor de la mayoría de acciones del Betis en los perseguibles y lamentables actos de los días previos a la devolución de visita de los sevillistas a Heliópolis fue mayor que la del que dio la cara. El instigador es, sin duda, Lopera. Sólo de su malévola cabeza puede salir la obsesiva idea de impedir la entrada de Del Nido en su palco. Sólo de su enfermizo ego emanar la obsesión de retratar al dirigente sevillista junto a su busto de bronce.
Los miembros del Comité se deben atener a los nombres oficiales, aunque todos sabemos que Pepe León no pinta nada. Solamente es apariencia. Quien manda, quien instiga, quien maneja los hilos de toda operación siniestra y polémica es Lopera. Sólo a un personaje como éste se le puede ocurrir aquella maniobra en la que humilló a Joaquín, cuando estaba en negociaciones con el Valencia, y le obligó a desplazarse a Albacete, club al que teóricamente lo cedía.
El Comité no puede perseguirle de oficio, pero barrunto que Antiviolencia sí tiene recursos para tocarle los costados. En sus competencias está intervenir contra clubes e individuos.
Ruiz de Lopera debe ser tratado igual que cualquier ultra de los que incita a la violencia o la protagoniza. Si se va de rositas será una cruel ironía. La pacificación de las gradas empieza por los clubes, por la expulsión de los grupos ultras como ya se ha hecho en algunos lugares. El dueño del Betis es un «hooligan» más. Y, evidentemente, pernicioso para el fútbol español.

 Julián García Candau

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Continúa la prensa opinando sobre los lamentables sucesos del derbi. Hasta se extrapolan los hechos y sus consecuencias. El veterano periodista Miguel Ors se despacha hoy a gusto:

Golondrina Una golondrina no hace nido. ¡Miau! Si es hembra y está embarazada, ha- ce nido y familia. Etoo, la golondrina del Barça. Con su regreso, el nido del Camp Nou recuperó la sonrisa y la fe. El Barça no es Etoo, en efecto, pero con Etoo el Barça es más equipo. ¿Adiós a la crisis blaugrana para tristeza de los Valencia, Sevilla y Real Madrid? Pues no, afortunadamente, pues al fútbol no hay dios olímpico que lo entienda. Etoo hablando de su «negrura»: «Cuando voy a una tienda y se dan cuenta de que soy un futbolista, ya no ven un negro, ven dinero». Yo, en cambio, veo negro al Barça cuando no juega Etoo. Martes, 27: Autonomías Cada día me gusta menos la España de las Autonomías. Es una jerigonza. La España de las Autonomías, en mi entender, es la soberanía del gobierno de las minorías sobre las mayorías. Nunca las anomalías trajeron nada bueno, ni funcional ni históricamente. Ahí está ahora el anómalo de Carod Rovira recordándonos otra vez que va a entrevistarse con la cúpula del Comité Olímpico Internacional para tratar de conseguir que Cataluña sea una, grande y libre en los próximos Juegos Olímpicos: como la España de Franco. ¡Toma Franco, ZP, de tu minoritario y desleal socio que te gobierna y nos desgobierna! ¿Carod demócrata? Si Carod es demócrata, mañana me doy de alta en el PSOE de ZP. Matizo: una cosa es el PSOE y otra el nefasto -al tiempo- PSOE de ZP. Jueves, 1: Botellazos Dos botellazos el mismo día. El recibido por Juande Ramos en el campo del Betis y el de ZP a los españoles en el dídimo de su honor y su dignidad. Que no, mi querido ex atleta señor Rubalcaba; en los 100 y 200 metros lisos, usted era admirable. Como samaritano de su ZP, usted es un cirineo que da lástima vistiendo de «humanidad y ética» una decisión que, a buen seguro, demandarán las urnas al decepcionante PSOE de ZP. Claman los medios «zapateriles» contra el vandalismo en el fútbol; y Jaime Lissavetzky rasgándose las vestiduras del cargo que ostenta, exigirá rigor en el castigo, leo. Si esto va a ser así o es así en el fútbol, ¿por qué su jefe ZP, que presume de ateo, se expresa tan evangélico y cristiano con el asesino más vil que ha dado España en siglos? -En la justicia siempre hay un peligro: el de los políticos- ironiza, comentando todo esto José Manuel Mir. Jardiel Poncela lo humorizaría una vez más así: «Si será mala la política, que a la suegra se la llama mamá política». Creo que después de Fernando VII, nadie nos ha tocado a los españoles tan indecorosamente los dídimos del honor como ZP. Sábado, 4: «Acollonados» El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol tan «acollonado» como ZP. Somos un país de «acollonados». Los miembros de ese pamplinero comité desparraman mantequilla en sus manos y luego las custodian con guantes blancos. ¿Resultado? Unas «penas» de pena tan servilmente blandas y cobardes como las que aplican ZP y su cirineo Rubalcaba al «dignísimo» ciudadano Iñaqui De Juana Chaos, a quien considero que la muy honorable y noble España debe honrar nombrándole «hijo predilecto» (coño, Rubalcaba, tú que eres agradable e inteligente y fuiste atleta de mérito, ¿por qué sirves a tal señor?). El campo del Betis y el beticismo pueden estar contentos con la pena, penita, pena de la trinidad de jueces del fútbol, aunque creo que no, por lo que leo. El busto del señor Lopera, el cristianísimo benefactor del Betis. Culpable principal de casi todo él, pues sólo él pudo dar la orden de situar su busto de mal gusto, y con tal mal gusto en cuanto hombre del deporte, en el palco para mofarse del presidente del Sevilla. Remedando a Groucho Marx, si yo fuera el Cristo del Gran Poder no dudaría en susurrarle al oído al señor Lopera: «Lo siento; pero no puede usted seguir en mi cofradía».

 Miguel Ors

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Como decíamos ayer, no sólo la prensa sevillana reacciona. Desde Madrid los acontecimientos se interpretan de la única forma posible. Una de las mejores y más admiradas plumas del periodismo patrio escribe hoy sobre los sucesos del derbi. Sin embargo, el mejor escribano, echa un borrón y así, ante su acertada conclusión, sólo un pero, pero un PERO muy gordo. Dice Ignacio Camacho desde un apestoso pasteleo centrista: "Como sevillano reclamo también de mis representantes democráticos que hagan el favor de poner en su sitio a ese lúgubre megalómano que atiende por Ruiz de Lopera, cuyas extravagantes salidas de pata de banco arrastran por los suelos la simpatía nacional del Betis y el prestigio de una ciudad que en vez de rendirle hipócritas homenajes debería hacerle el vacío que merece su delirio. Si las autoridades temen pecar de parcialidad en una sociedad futbolísticamente hemipléjica, que rebajen también los humos al jactancioso Del Nido... ". Es decir, un extravagante juicio salomónico: matemos a los dos, para que los políticos no ejerzan su responsabilidad. Admirado Ignacio, las autoridades, claro está, han de hacer justicia. Nietzsche centró el verdadero discurso de la justicia en una frase para la historia de la humanidad: “igualdad para los iguales, desigualdad para los desiguales”. Aplíquese porque... ¡hay tantas diferencias!:

En el tiempo que le va a dejar libre la nueva política antiterrorista, exonerándolo de perseguir etarras, el Fiscal del Estado bien podría buscar la manera de acusar a ciertos dirigentes futbolísticos de incitación a la violencia, y hostigarlos siquiera un poco a modo de escarmiento antes de que suceda una irreparable tragedia. También, dado que el Proceso de Pazzzzzz le obliga a hacer la vista gorda ante la kale borroka, la Fiscalía debería mantener engrasada su musculatura procesal empurando como procede a esos niñatos que dedican los días de partido a quemar contenedores y destrozar mobiliario urbano según el ejemplo de sus ahora impunes colegas abertzales, y de paso ver si se puede obligar a los padres a pagar los desperfectos de su bárbara progenie. Ya que parece que toca declarar unilateralmente abolido el terrorismo callejero, por lo menos que el aparato jurídico del Estado trate de impedir su propagación a otros ámbitos de la convivencia cotidiana.

Porque lo que está pasando en el fútbol es un asunto muy serio del que las autoridades prefieren no darse por enteradas para no meterse en charcos impopulares. Los incidentes de esta semana en Sevilla merecen una actuación contundente que ponga pie en pared y avise a navegantes de otras latitudes que están bordeando la bitácora de lo irreversible. La dirigencia futbolera se ha convertido en un nido de truhanes con cuello blanco, y hora va siendo de que la justicia ordinaria tome cartas siquiera para dar la impresión de que no se ha convertido en una ONG para liberar asesinos por razones humanitarias.

Como sevillano reclamo también de mis representantes democráticos que hagan el favor de poner en su sitio a ese lúgubre megalómano que atiende por Ruiz de Lopera, cuyas extravagantes salidas de pata de banco arrastran por los suelos la simpatía nacional del Betis y el prestigio de una ciudad que en vez de rendirle hipócritas homenajes debería hacerle el vacío que merece su delirio. Si las autoridades temen pecar de parcialidad en una sociedad futbolísticamente hemipléjica, que rebajen también los humos al jactancioso Del Nido en vez de reírle las bravatas con que calienta a los de la acera vecina. Lo que no puede ser es que las instituciones se acoquinen ante unos hoolligans con corbata parapetados en la morralla ultra que utilizan como guardia de corps, y que acabará expulsando a toda la gente decente que aún quiere ir al estadio a divertirse con nobleza.

Las medidas ejemplares son la única receta posible. Ciertamente con ellas pagan unas aficiones inocentes por el desmán de un puñado de matasietes, pero más vale eso que lamentarse cuando no hay remedio. En Italia han tenido que jugar sin público por no plantarse a tiempo, y en Inglaterra no se acabó el problema hasta después de unos centenares de muertos: hicieron un listado de indeseables y los obligaron a pasar el tiempo de los partidos en la comisaría. Aquí habría que añadir en la lista a algunos presidentes que ejercen de fanáticos y dejar que presida los encuentros uno de esos bustos que con tanto orgullo sientan en el palco. Sin duda, lo haría mejor la estatua.

 Ignacio Camacho

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Otra vez vuelve Félix Machuca. Sin palabras. Deléitense:

AL final de su vida, escondido en su palacio romano y sobrellevando el implacable paso del tiempo en la oscuridad de su alcoba, Augusto ordenó sembrar de mármoles, perfilando su augusta personalidad, los rincones de Roma. Era un busto de un césar joven, fuerte, lleno de ímpetu y valentía, capaz de alcanzar la paz en un imperio asentado sobre tres continentes y haciendo progresar la economía del imperio sobre la base del oro, el aceite y los esclavos. Fue un tipo excepcional. Quizás por encima del tiempo que le tocó vivir. Una mente prodigiosa para manejar el poder y jugar con sus circunstancias.

AL final de su vida, escondido en su palacio romano y sobrellevando el implacable paso del tiempo en la oscuridad de su alcoba, Augusto ordenó sembrar de mármoles, perfilando su augusta personalidad, los rincones de Roma. Era un busto de un césar joven, fuerte, lleno de ímpetu y valentía, capaz de alcanzar la paz en un imperio asentado sobre tres continentes y haciendo progresar la economía del imperio sobre la base del oro, el aceite y los esclavos. Fue un tipo excepcional. Quizás por encima del tiempo que le tocó vivir. Una mente prodigiosa para manejar el poder y jugar con sus circunstancias.

Entre el busto de Augusto decrépito y el busto de la ciudad del sol no existen muchas coincidencias. Quizás tan solo una: la decrepitud. La decrepitud moral de un personaje al final de su ciclo, incapaz de ser leal a los pactos firmados, esclavo de una espiral agónica de rencores, nublado su pensamiento para buscar la luz de la lógica y tan ajeno a la realidad de las cosas que es capitán de un ejército de sombras que se vuelve contra sí mismo. Y contra el sagrado sentimiento y los intereses de los suyos. Augusto no salía de su palacio. El busto salió al palco porque solo en bronce es capaz de prestarle su presencia a los colores de su vida. Es una historia compleja. Quizás freudiana. Tan freudiana como el poder. El amigo que cuando te abandona te sumerge en un dolor de mármoles y bronces que, a la gente normal, le provoca risa. La risa de España. Y la vergüenza de Sevilla.

 Félix Machuca

 ABC. SEVILLA

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No sólo la prensa sevillana reacciona. Las opiniones desde Madrid comienzan a aproximarse más a la realidad:

El fútbol español se ha nutrido de presidentes que han representado toda la escala social. Junto a hombres de buena fe y pedagogos, hemos padecido individuos despreciables. En el cuadro de ilustres los hay que han pasado por la cárcel, han sido ilustres estraperlistas y se han beneficiado del deporte para medrar políticamente.
   En el Betis Balompié ha ocupado la presidencia, entre otros benefactores, un hombre de la generación del 27 en lo literario, y torero con muerte más literaria todavía, como fue Ignacio Sánchez Mejías. Ahora el Betis lo posee, porque adquirió la mayoría absoluta de las acciones al ser convertido en sociedad anónima, un individuo llamado Manuel Ruiz de Lopera que ha emponzoñado la historia del club con sus constantes atropellos y veleidades.
   No fue él quien lanzó la botella que pudo haber causado grave mal a Juande Ramos, entrenador del Sevilla, pero en la actitud de tal descerebrado, tiene parte alícuota de responsabilidad. Lleva años encizañando las relaciones con el Sevilla y creando conflictos con cuantos no están dispuestos a reírle las gracias. Como suele decir un amigo mío, es tan pobre que sólo tiene dinero. Y es la propiedad del estadio y de la entidad lo que le hace creer que todo cuanto se mueve alrededor del fútbol tiene que rendirle pleitesía.
   No es José María del Nido santo para peana, ni mucho menos, pero en este conflicto todo partió de Lopera. El arranque fue querer entregarle un obsequio para que se retratara junto al busto del dueño del Betis, el mismo que le colocaron el miércoles a modo de acompañante en el palco. Los dos presidentes han contribuido a calentar a los violentos y ninguno está libre de pecado, aunque la mayor parte de culpa está, en este caso, en Lopera.

 Julián García Candau

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Seguimos sorprendidos. La prensa sevillana -tarde, como siempre- sigue reaccionando. El Comité de Competición ya tendrá formada una idea sobre los suceso de las últimas semanas:

El conspirador de la calle Jabugo

Desde su búnker de la calle Jabugo, en el que se recluyó a comienzos de diciembre de 2005, tras despedirse el Betis de la «Champions League», Manuel Ruiz de Lopera ha sido el gran hacedor de los bochornosos incidentes que han jalonado la trilogía de derbis sevillanos del recién concluido mes de febrero. Todos los observadores señalan sin matizar al máximo accionista bético, aunque la sofisticación de algunas de las barrabasadas cometidas en nombre del histórico club de las trece barras indican que ha debido intervenir algún caletre más retorcido que el de este hombre de negocios del barrio de El Fontanal, un tipo despiadado, pero más dado a la navaja trapera que al dardo impregnado en curare.
   Le salió bien la jugada a Lopera en la primavera de 2005 y pensó en repetirla, corregida y aumentada, en este invierno. Entonces, el mandatario bético convocó a los medios en la puerta de su caseta de Feria bajo el reclamo de «calentar el derbi» (literal) que se jugaba unos días después. Su descarga de veneno contra Del Nido, Caparrós y varios jugadores sevillistas fue espeluznante, pero tuvo la virtud de enardecer a la grada, que empujó a los suyos hacia una victoria que abrió una serie mágica: concatenó la clasificación para la final de una Copa que acabó ganando y le sopló sobre la línea de meta el pase a la Liga de Campeones al eterno rival. Esta malhadada eliminatoria copera le llegaba al Betis en una situación límite. Con la temporada lastrada por un pésimo inicio, estar en las semifinales a costa del Sevilla era la tabla de salvación para la deslucida campaña del centenario, pero caer pudría definitivamente el curso. Se jugó el todo por el todo en la guerra de guerrillas y provocó, de manera torva, un conflicto diplomático de pacotilla sobre el que asentar su artificiosa indignación. Con la ciudad ya ardiendo, le dio el mando de las operaciones a una cuadrilla de pirómanos a los que, a última hora, se les fue la mano. Tiene mucho que temer porque había demasiada gente esperándole en un renuncio así.

El presumido señor Benavente

Si el feo de esta espantosa historia del derbi sevillano es el cafre que, según sus vecinos de asiento, ebrio y bajo los efectos de algún psicotrópico acertó con una botella en el cuello de Juande Ramos, el malo es Lopera y el bueno, por eliminación, ha de ser José María del Nido Benavente, al que se le pueden hacer mil y un reproches, pero casi ninguno (y de haberlo, de orden menor) relacionado con los sucesos del 28-F.
   El presidente del Sevilla, que presume, casi siempre sin razón, de depositario del tópico señorío y saber estar del que su club hace bandera, ha sido en este caso víctima paciente de las insidias de su antagonista y de sus constantes provocaciones. Y no se tome esta afirmación en clave de simpatía entre dirigente y cronista, que no la hay en absoluto, ni mucho menos en clave de reducción maniquea.
   Los pecados de Del Nido se reducen a una riña tabernaria con un habitual del género, el tal Javier Páez, consejero bético a la sazón sobrino de Lopera. Todo lo más, se le puede afear una frase dicha en televisión, cuando tildó como «estilo Betis» la mala forma en que fue tratado.
   Se ahorró una metonimia inversa por no mentar al máximo accionista del eterno rival y no debió haberlo hecho, porque ese presunto mal estilo generalizado englobaba también, por ejemplo, a su tío Juan (qepd), caballero ejemplar, directivo bético que fue hombre cabal a machamartillo.
   El día de autos, José María del Nido padeció con estoicismo la gamberrada de que le colocasen el busto de Don Manuel como escolta. No torció el gesto ante los insultos de dos docenas de desalmados colocados estratégicamente con la única misión de escupirle los peores disparates. Recibió, impertérrito, el impacto de una moneda en pleno rostro. Y ni siquiera hizo una mueca cuando el derechazo de Kanouté propulsó a su equipo a las semifinales. Su valoración de los hechos, en la misma línea: «No se puede culpar al Real Betis de lo que hagan cuatro energúmenos».

 Lucas Haurie

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¿Qué está pasando con la prensa sevillana? ¿estaremos haciéndoles recapacitar? La voz que clama en el desierto parece estar dando sus frutos. Que tome nota la Comisión Nacional Antiviolencia que acaba de solicitar a la Federación Española de Fútbol la incoación de un expediente a los dirigentes de los dos clubes sevillanos. Bienvenido ese expediente. Por fin se valorarán sólo los hechos, no las deyecciones de la gran mayoría de los comentaristas "deportivos" que continúan haciendo tabla rasa sobre los acontecimientos:

Sigan paseando el busto; sigan echándole leña al fuego y gasolina a las llamas; continúen por ese camino de dimes y diretes que avergüenza a muchos béticos de la más fiel infantería que club alguno tuvo nunca en tiempos de muchas fatiguitas, que ya están hartos de estar hartos; prosigan con comunicados incendiarios; alienten a los descerebrados (no confundir, de ninguna manera y bajo ningún concepto, con los béticos de siempre) para que puedan matar, y hasta por poco lo consiguen, de un botellazo; alimenten la inquina y comprobarán que, quien siembra vientos, recoge tempestades, para ponerle en bandeja a la Federación una sanción que puede costarle la misma vida al Betis empezando por tener que emigrar de Heliópolis cuando se está jugando la permanencia en Primera División para que le pueda costar el segundazo. Pero, ojo, no confundan los términos: que a ningún bético le pueda preocupar bajar porque ya sabe, y sabía desde hace mucho tiempo que, cuando todos querían matarlo, siempre resucitó; que juegue donde juegue será ese sentimiento, esa forma de ser y de estar, ese señorío que siempre mantuvo en las duras y en las maduras, señorío ahora ausente, para sufrir o gozar, pero jamás, para ser el esperpento y mamarracho que ahora es y que sirva de cachondeo para que este Betis, ya centenario, ya con muchas cicatrices en su alma, vaya a arrugarse porque ni se arrugó cuando cayó en el infierno de la Tercera para volver a Primera por la puerta grande, sin necesidad de ningún resucitador, por muy llena que tenga su cartera, cuando este Betis, gracias a muchos béticos de corazón y sentimientos, que dieron todo lo que tenían, aunque fuese muy poco, porque nunca tuvieron casi nada, pero sí les sobró señorío, la clase, el talante y el arte para salir del mismísimo infierno y, ay Betis, saber tocar con los dedos la gloria del cielo de una historia que ya tiene cien años para que las nuevas generaciones recuerden a los que nacieron, vivieron y murieron soñando con las trece barras de su Betis. ¿Qué queda de todo esto? Si de verdad, señores directivos, quieren, como dicen, al Betis, ¡¡Váyanse!!.

 M. Fernández de Córdoba

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Hoy, sin que sirva de precedente, el periódico deportivo del grupo Prisa, el diario As, publica un artículo de Alfredo Relaño que se aproxima bastante a la realidad de los acontecimientos. Contrariamente a lo que dicta su hermano mayor, El País, y el resto de la prensa madrileña, pueden y tienen que hacerse las necesarias distinciones entre los máximos mandatarios de Sevilla y Betis. Que aprendan sus alevines redactores de Sevilla:

Betis y Sevilla constituyen una mezcla inflamable. Y lo peor es que frecuentemente están en manos de pirómanos, que disfrutan acercando cerillas. Cuando se ven las conductas de los dirigentes (en este caso creo honradamente que los del Betis han estado, de largo, mucho peor) es difícil extrañarse de ciertas cosas. En un campo de fútbol se pueden encontrar gentes nobles y malas bestias en la misma proporción estadística que en cualquier sitio. Sólo que en ocasiones a los bestias se les alimentan los malos instintos, y en su estulticie innata se sienten justificados para cualquier cosa.

Por ejemplo, para tirar una botella de dos litros llena. Así acabó la fiesta de la Copa, la fiesta del clásico sevillano, la fiesta de Andalucía, que ocupa justamente la fecha de ayer en el calendario. Ese bruto puso en serio riesgo la salud de Juande, cosa que a lo mejor no le importa. Pero también paró al partido, dejó en la práctica al Betis fuera de la Copa (se supone que eso se fallará hoy) y dará lugar al cierre del su campo, a saber por cuántos partidos. Sus vecinos de asiento harían bien en delatarle. Por civismo primero. Por beticismo después. Porque eso podría aliviar una sanción que me espero que sea de aúpa.

Le pase lo que le pase, el Betis se se lo tendrá merecido. Mientras Del Nido hacía, tras el suceso, unas declaraciones muy templadas, todavía un directivo bético insinuaba que se trataba de un fingimiento. La actitud de Pepe León, instado por su jefe, de persistir en la jaimitada de hacerle una foto a Del Nido junto al busto de Lopera, ha constituido un maligno ejercicio cuyas consecuencias están ahora a la vista. Ya tienen la foto, pero están fuera de la Copa, la buena racha en la Liga se ve amenazada por un inminente destierro y sobre ellos ha caído el descrédito, porque un hombre bueno fue al hospital.

 Alfredo Relaño

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Hoy el diario ABC publica un editorial para guardarlo. Al pan, pan y al vino, vino:

La celebración, mañana, del Día de Andalucía está en serio peligro de ser manchada de forma difícilmente reparable por quien gobierna, desde la sombra, una institución que precisamente va a recibir este 28-F la Medalla de Oro de la comunidad autónoma, el accionista mayoritario y factotum del Real Betis Balompié, Manuel Ruiz de Lopera. El dueño del club insiste en desafiar a la reglamentación futbolística vigente, a las autoridades políticas y deportivas y al sentido común al mantener su veto ilegal al presidente del Sevilla, José María del Nido, e impedirle ocupar mañana el lugar al que tiene derecho en el palco del estadio bético, con lo que el trascendental partido de Copa del Rey que ha de disputarse en tan señalada fecha en Heliópolis llega revestido de una capa de odio aldeano que no hace sino agudizar la imagen de pintoresco tercermundismo que con tanta saña suele explotarse en algunos medios de comunicación capitalinos.

En el origen de este nuevo episodio de cainismo en el fútbol sevillano está el comportamiento de los dirigentes de ambos clubes en el último derbi disputado por Betis y Sevilla, pero si en aquella ocasión las actitudes de los responsables de una y otra entidad pueden considerarse equiparables en el desatino, ya que fueron igualmente partícipes del espectáculo bufo que tuvo lugar en el palco del Ruiz de Lopera, ahora la llamada a la responsabilidad cabe dirigirla sobre todo a quien manda en el Betis, por cuanto el presidente del Sevilla ha tendido públicamente la mano a su rival para acabar con esta absurda guerra.

Pero cada paso que da el club verdiblanco -ayer su presidente, José León, volvió a poner de relieve algunas de las aristas más soeces de un episodio que más valdría enterrar- se encamina al recrudecimiento de las hostilidades, mientras Lopera desoye los llamamientos a la sensatez que le llegan desde instancias federativas y políticas. El forjador del actual Real Betis Balompié prefiere afrontar sanciones económicas y quién sabe si de otra índole antes que ceder en su empecinamiento en incumplir la reglamentación que ampara a Del Nido. Y tampoco, a día de hoy, está garantizada en el partido la presencia -pactada en su día entre ambos clubes- de 300 aficionados sevillistas con un cupo asegurado de entradas, dado que la Policía certificó ayer que la zona destinada en el estadio bético al grueso de los seguidores visitantes se encuentra inutilizable tras los destrozos, no arreglados en 18 días, del último derbi.

Aún quedan horas suficientes para que la cordura se filtre por alguna rendija de esta maraña de despropósitos. Para que la inteligencia de Ruiz de Lopera, probada en tantas ocasiones, le lleve a no cometer el disparate de reírse de la máxima autoridad de Andalucía, del pueblo de Sevilla y de la leyenda de su histórico club en el año de su Centenario.

 Editorial

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Eldesmarque.com publica la siguiente opinión. Foro Sevillista valora en estos momentos la oportunidad de enviar dicho escrito como anexo a la denuncia presentada ante la Comisión Nacional contra la Violencia en los Espectáculos Deportivos, para que se investigue por la policía la veracidad de lo que en él se expresa:

Mi nombre es Eduardo Castro y es la 2ª vez que escribo por aquí y espero que la última, estoy hasta el mismo gorro de toda la situación creada con los derbis coperos y ligueros, voy a denunciar lo que he vivido y porque mis amigos Sevillistas, esos que no se han perdido un derbi en nuestro campo acompañándome y yo acompañándolos a ellos en el suyo sin ningún tipo de problemas. Me han comentado que al próximo derbi del día 28 F no van a venir conmigo, que no se fían de que no les pase nada y no quieren hacerme pasar un mal trago, ¿ven ustedes hasta dónde hemos llegado?, es la primera vez que no me acompañan, por cierto, uno de esos amigos míos, mi mejor amigo, es mi padre, aunque él lleva varios años que no puede acompañarme por su corazón. Es Sevillista como ninguno, pero el día que ganamos la Copa del Rey, mi Copa, me abrazó y me besó y me felicitó y me llegó al corazón, yo hice lo mismo cuando el Sevilla ganó sus títulos Europeos y mi padre lloraba como un niño chico, eso es sana afición, sana rivalidad, pero a lo que nos está empujando el que nos “salvó” de la ruina, maldito el día que entró en el Real Betis, es a que seamos violentos con nuestros familiares y amigos Sevillistas, ese señor no me ha dejado disfrutar de mi Copa ni tan siquiera un año, no sé que le pasa con el Sevilla, supongo que será envidia y odio, hay que ser más humilde Sr. salvador y yo con mi Copa del Rey tenía para dos lustros, estaba tan feliz con ella que ni 10 Copas de Europa me podían arrebatar esa ilusión, pero alguien se ha encargado de quitarme la felicidad de golpe, el Sr. Lopera y sus secuaces, sí señores, el Real Betis, nuestro Betis, está comandado por mafiosos, con actos mafiosos y que voy a denunciar porque son muy graves:

-Como les dije en mi primer mensaje 22 años de carnet me contemplan, todos ellos junto a la cabina de mi amigo Melado, sí señores, el speaker con más arte del mundo futbolístico, el speaker que me invita cada partido a su lugar de trabajo en los que alterno charlas con el de vez en cuando, pues bien, el día del famoso derbi liguero y después de escuchar el bochornoso anuncio por megafonía de lo del rechazo del obsequio no podía creerme que aquellas palabras salieran de mi amigo Melado, simplemente no me lo creía, así que les dije a mis amigos Sevillistas que no se preocuparan que iba a enterarme de todo y fui a visitar a Melado, el pobre hombre me confirmó que había sido él pero que no había sido nuestro Presidente Pepe León quien le ordenó decirlo por megafonía, sino que recibió una llamada en el móvil de una persona que todos conocemos pero que no podía decirme el nombre, simplemente no hacía falta, todos sabemos quién fue ¿verdad? Sí señores, el Sr. Lopera, qué vergüenza. -

Esto que viene a continuación es más grave si cabe, y mi Betis no puede estar gobernado por mafiosos porque al final todó acabará mal, muy mal, os lo aseguro. Bien, una vez terminado el partido liguero acompañé a mis amigos Sevillistas a la salida más próxima y me despedí de ellos dejándolos en buenas manos para que no les ocurriese nada y me dirigí nuevamente hacia el sitio de mi amigo Melado porque no me podía creer lo ocurrido, estuvimos charlando un buen rato, mientras veíamos cómo el estadio se quedaba vacío y como la policía acompañaba a los aficionados Sevillistas a la salida, pues bien, se veía perfectamente cómo en la zona donde estuvieron los Sevillistas solo se veían arrancados 5 o 6 asientos, ojo, sean 5 o 6 o 300 también es denunciable, pero no salgo de mi asombro cuando dos días después veo en todas las televisiones cientos de asientos arrancados, señores, por muy bético que sea aquí huele algo raro, muy raro, me sorprende mucho que ningún Bético que estuviera en el campo lo viera y si lo han visto denúncienlo, pero claro, nos ciega la rivalidad, suerte tiene mi Betis de que nadie lo haya grabado el día del partido porque si por algún lado sale una cinta que enfoque la zona Sevillista al finalizar el partido más de uno va a tener que salir corriendo. Nuestros dirigentes siguen calentando el derbi y al final pasara algo grave y si nosotros no denunciamos estos hechos para que los mafiosos abandonen nuestro club seremos tan culpables como ellos de lo que ocurra, había más formas de impedir la entrada de la afición Sevillista, ojo, que no debería de impedirse puesto que todos tenemos derecho a ver a nuestro equipo donde queramos, podíamos haberles puesto las entradas muy caras para que no viniesen o buscar alguna otra fórmula legal, pero eso de arrancar nuestros propios asientos es una actitud mafiosa y hay que echar a esos señores que nos están haciendo ser el hazmerreír de toda España, esa España que magnifica todo lo que ocurre en Sevilla y simplifica todo lo que ocurre en Madrid. Hoy he visto los distintos resúmenes deportivos de las cadenas de television, entre ellas Canal Sur, y en todas sale el resumen del derbi madrileño pero en ninguna ha salido nada de los incidentes, sin embargo, con los incidentes de nuestro derbi se han llevado una semana y pico dando caña. En fin señores, un placer leerles pero hay que echarle más valor a la cosa y no dejarse cegar por la rivalidad mala.

Viva el Betis manque este comandado por mafiosos.

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El pasado jueves una de las plumas más sevillanas y... sevillistas nos dejó en su periódico ABC una joya para el recuerdo. Félix Machuca, una vez más, se lució y su artículo queda para el recuerdo:

Milos Forman no lo dejó claro en su famosa película. Pero Mozart era sevillista. Y Antonio Salieri una criaturita. Una criaturita muerta de la envidia. Una criaturita de reverdecida natura por culpa de la blanca y hermosa palidez del niño de Salzburgo.

Qué arte tenía el niño. Todo lo que caía en sus manos se hacía música. No tenía dedos. Sus manos eran una clave de sol, luminosa, clara, transparente, capaz de dar vida a un zapato hambriento. Era el dueño de las llaves del país de los sonidos. Y abría la puerta cada vez que le daba la gana. En el país de la música entraba sin llamar. Y las corcheas que guardaban tan sonoras puertas se alborotaban al verlo venir y trepaban por las ventanas para bajarle el puente y tenderle banderas rojas y blancas agitándole el corazón al grito de profunda satisfacción con la que el sevillismo saluda al mejor equipo del mundo: Mozart, agggggggggggg…

Dicen que Mozart, el músico que era sevillista, componía a los cuatro años y que con no muchos más ningún secreto tenían para sus manos y su corazón el violín, el piano y la viola. Él era el rey. Suya la corona con más dignidad y talento de los reyes de las artes. Dios, cuando nació, no solo le insufló vida. También debió silbarle al oído las notas preciosas de la música donde le dejó escrito un sms para decirle: eres la fábrica de los sueños. Y el sueño de la música se hizo realidad para que Salieri, la criaturita, se acolapsara de complejos y de envidias y llegara a desearle la sordera. Mozart es sevillista. Palangana. Túnica de dulce nombre. Ataque de Fangoria. Blanco nuclear. Rojo y blanco. Clavel de Heliópolis que el destino hizo florecer en Salzburgo doscientos años antes de que la fábrica de los sueños pusiera la avenida de Dato a la altura de los grandes barrios internacionales: Chelsea, Everton, la Boca, Núñez, San Siro, Nervión… Nervión suena a Mozart los domingos por la tarde. Nervión es Salzburgo. Y Eduardo Dato la calle Getreidegasse. Una locura. Por eso al equipo de Mozart y de Nervión le han dado lo que le han dado en Salzburgo. En la ciudad del músico sevillista. Me cuentan que al Arrebato se le apareció Mozart en sueños para que compusiera la marcha con la que los blancos de Nervión derraman lisuras futbolísticas por donde van. Yo me lo creo. Como también me creo eso que van escribiendo en interné los amigos de la mayoritaria. Lo escriben con la verde idea con la que Salieri miraba a Mozart. Dicen que el Arrebato de niño era verderón y pión. Pues sí, claro, debió de serlo. Era una criaturita. Le quedaba descubir la verdad, el mundo, crecer y entender, hacerse una persona, romanizarse en el amor a la victoria y al derecho y no al revés. Debió ser verderón y pión. Pero como la tosferina, esas cosas se sudan y se pasan. Y una vez superada, uno se hace más fuerte, más viril, más sano y te entran unas ganas enormes de disfrutar y hasta eres capaz de ver en Albacete o en Rusia algo más que un gulag para los caídos en desgracia en el equipo que su presidente no asiste al campo para no verlo penar.

El Sevilla, el equipo que mejor representa a esta ciudad, ha sido elegido la mejor escuadra del mundo. Eso no lo ha conseguido aquí nadie. Ni una empresa. Ni un intelectual. Ni un periodista. Ni un político. Ni un artista. Ni un empresario. Ni un torero. Ni un fantasma. Y eso que aquí hay más fantasmas que asandías en Los Palacios. El Sevilla de Nervión, esa roja flor que en un año podó las espinas de tantos desengaños, ha recogido en Salzburgo la partitura de su éxito. La música de su triunfo. La mejor sinfonía que los oídos del corazón puedan disfrutar. Va por Mozart. Que te aclaro que no es ningún jugador de fútbol. Sino uno de los mejores músicos que dio la historia y que Milos Forman nunca entendió que era sevillista. Mozart el rey por los siglos. Y Salieri, ay, una criaturita muerta de envidia ante la capacidad del mago por convertir el ruido de una lata de cerveza en música celestial. Mozart, Se-vi-lla aggggggggg…

 Félix Machuca

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No, no se alarmen. No es una nueva ofensiva del inquilino de turno del banquillo del equipo menor de la ciudad. Se trata una vez más de la exclusiva publicada el pasado 5 de enero por nuestro buen amigo Agustín Rodríguez en su blog. Declaraciones del entonces entrenador del Athletic de Bilbao en rueda de prensa tras un partido en el Sánchez Pizjuán correspondiente a la temporada 1999-2000. No tiene desperdicio. ¿Se imaginan a los intrépidos reporteros de Radio Sevilla o de Cope Sevilla o de CRN Giralda buceando en la Hemeroteca Municipal para encontrar declaraciones sabrosas como éstas que todos teníamos en nuestro recuerdo? Gracias Agustín por algo tan exclusivo, continúa con tu trabajo porque hay más, siempre ha presumido de visitar de niño la bombonera acompañando a su tío y mostrando unas enormes simpatías por el mejor equipo del mundo. Se le alaba el gusto y no pasa absolutamente nada. Es un profesional y a su profesión se debe, pero ¿se imaginan ustedes una información parecida sobre el entrenador rival en manos de El Lete? Por cierto, que siga hablando...

 www.mundosevillista.com . SEVILLA

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