El pasado 17 de septiembre nuestro buen amigo Agustín Rodríguez publicaba en su página web un recorte del diario El Liberal con casi un siglo de antigüedad, concretamente de octubre de 1908. Por su interés, se transcribe íntegramente:

Antes de comenzar el Centenario del Sevilla FC, el historiador del Betis, Manolo Carmona exponía en Giralda Televisión unos argumentos que no recibieron ninguna credibilidad sobre la fundación del Sevilla. El Sr. Carmona portaba unas fotocopias del periódico El Liberal de fecha 31 de Octubre de 1908. Aquí está el recorte que tanto interesaba al Sr. Carmona y que tampoco interesó a los espectadores. Si poca credibilidad tenía antes de dicho programa, ninguna le quedó tras su exposición, porque el Sevilla tiene perfectamente documentado su nacimiento, con fecha, aprobación de estatutos, etc. No se puede decir lo mismo del Betis que no posee ningún documento que justifique que existía antes del 1 de febrero de 1909.

Traducción literal del artículo:

DE SPORT

Sevilla Foot-ball Club

Ha quedado definitivamente constituida en esta ciudad una Sociedad de foot-ball que piensa dedicarse a la propagación, desarrollo y ejercicio de tan difícil juego.

El entusiasmo que reina entre sus socios nos hace esperar que pronto puedan hacer frente a los mejores equipos españoles. Provisionalmente tiene fijado su campo de juego en el Prado de san Sebastián, donde se celebran todos los jueves y domingos por la tarde interesantes partidos de entrenamiento entre los equipos de dicho club.

Van apuntado más de 80 jóvenes que forman cinco equipos del Sevilla Foot-ball Club, título de la simpática Sociedad creada. De los proyectos que abriga su Junta Directiva, nada podemos decir por ahora, hasta tanto que los diferentes equipos de “sportmen” reciban su uniforme de juego, compuesto de una camiseta blanca con franja roja y calzón blanco, que esperan tener dentro de breves días. Sólo sí adelantaremos la noticia de que se aspira a luchar muy en breve contra los equipos de Huelva y Gibraltar, cuando bien entrenados conozcan a perfección las difíciles combinaciones de dicho sport.

 Desmenucemos ésta información.

Ésta información no se refiere en momento alguno a la fundación oficial del Sevilla Foot-ball Club, que está probado con documentación que se realizó el 14 de Octubre de 1905 ante el gobernador civil D. José Carmona Contreras.

La nota deja claro que ha quedado definitivamente constituido en esta ciudad una Sociedad de foot-ball que piensa… La fundación es en 1905 y su pleno desarrollo efectivamente no es hasta Octubre de 1908, son tres años en donde se juegan pocos partidos entre otras cosas porque no existen rivales mas los que se pueden encontrar entre los tripulantes de los barcos ingleses que arribaban al puerto de Sevilla. Efectivamente durante esos tres años, el Sevilla era un club legalizado pero apenas sin actividad. En 1908, se organiza el club solicitando al pueblo sevillano a jóvenes para formar cinco equipos y jugar entre si, como deja claro la nota.

Los jueves y domingos se organizan partidos de entrenamientos entre estos cinco equipos para que lo vean los espectadores ¡Qué raro que si el Betis existía en esa fecha no jugara partidos contra los equipos del Sevilla! No es nada lógico.

Y menos lógico es si seguimos analizando la nota y encontramos el siguiente párrafo: Sólo sí adelantaremos la noticia de que se aspira a luchar muy en breve contra los equipos de Huelva y Gibraltar. ¿Y el Betis? Ni un dato, ni unas letras, es sencillamente clarificante que en esos momentos el Betis aún no existía, ni legalizado, ni sin legalizar.

 PD. Este recorte de periódico ya lo poseía yo, el amigo Manolo Carmona no es el único que ha investigado en la Hemeroteca Municipal.

 www.sevillacf.com . SEVILLA

A falta de un solo día para que expire el plazo que le otorgó el máximo mandatario del Sevilla, José María del Nido, a Audiovisual Sport para que igualara la oferta recibida por Santa Mónica Sports, el presidente de esta última, Jesús Samper, que lo es también del Real Murcia, rompió su silencio con ABC. En la noche de ayer el Sevilla no había recibido aún ninguna contestación de Audiovisual Sport y Samper mostró sus cartas. El dirigente de Santa Mónica desveló las negociaciones que mantendrá con Audiovisual Sport si obtiene los derechos televisivos del conjunto blanco.

«Como veíamos que el Sevilla no terminaba de cerrar el acuerdo con Audiovisual Sport decidimos hacerle una oferta por sus derechos audiovisuales. Su presidente, José María del Nido, nos comunicó que Audiovisual Sport tenía un derecho preferente en cuanto al tanteo, y ahí nos encontramos... Estamos a la espera de que el Sevilla se decida. Del Nido no nos dio un plazo. Lo que sé de este asunto es por lo que he leído en los periódicos. Nosotros ya tenemos un contrato firmado con el Sevilla para la explotación de la publicidad dinámica y ahora lo que pretendemos es obtener los derechos audiovisuales. La oferta que le hemos hecho es para los tres próximos años y considero que está entre las que pueden tener los mejores equipos españoles. El Sevilla es supercampeón de Europa y hay que pagarle como tal».

«Un valor en alza»

El también presidente del Murcia habló del fuerte crecimiento del Sevilla en los últimos años para haberse decidido a hacer esta oferta. «Es un valor en alza y es por ello por lo que hemos apostado seriamente por este club. Es una propuesta ambiciosa y la considero sobresegura para todas las partes. Si el Sevilla acepta nuestra oferta la próxima negociación que tendremos será con Audiovisual Sport. Le puedo garantizar que las relaciones que tenemos con esta empresa son muy buenas y no creo que hubiera problemas... Luego, los encuentros del Sevilla se emitirían por los mismos canales que el resto de clubes. Es cierto que nosotros no tenemos televisión, somos una gestora, y como tal nos encargamos de gestionar los derechos que tenemos sobre los clubes. Para los que tengan dudas, hace dos años compramos los derechos televisivos de la selección española y hoy los encuentros que juega se pueden ver de 100 a 120 países. En su momento, la FEF no tenía una buena oferta de TVE y se decidió por Santa Mónica. Nosotros estamos encantados», declaró el presidente de Santa Mónica a ABC.

Hay que recordar que hasta la fecha se han producido dos reuniones entre el presidente del Sevilla, José María del Nido, y su director general, José María Cruz, con el director de Mediapro, Jaume Roures, y el director de adquisiciones deportivas para Sogecable, Melchor Soler, con el fin de intentar llegar a un acuerdo para la cesión de los derechos televisivos del club de Nervión. Sin embargo, lejos de acercar posturas, en la última reunión se alejaron aún más, tal y como declaró Del Nido. El club sevillista indicó que la cantidad ofrecida por Audiovisual Sport «está muy por debajo de lo que en su día comprometió Mediapro antes de su acuerdo con Sogecable para la explotación conjunta de los derechos televisivos de la Liga profesional española, a través de Audiovisual Sport».

El dirigente sevillista recalcó que la última oferta fue incluso inferior a la que le hicieron llegar la primera vez que se vieron en Madrid. Ahora, con el encuentro que disputará el Sevilla en el Vicente Calderón en el horizonte, hay quien señala que Audiovisual Sport hará una nueva ofensiva. Sin embargo, en la noche de ayer seguía sin dar señales de vida..., y quedan tan sólo 24 horas.

 ABC. SEVILLA

Así, así, así... se escribe, aunque a veces algunos de mente corta e intelecto aun más escaso no entiendan el verbo crítico del gran Antonio Burgos. Esto escribe hoy en el diario ABC de Sevilla:

Mi amigo Manuel, rojo de toda rojez, tiene carné de las dos confesiones coloradas que siente profundamente: de su Partido Socialista y de su Sevilla F.C. Sigue a su partido del alma donde quiera que esté, en la oposición o en el poder, y a su club centenario hasta el fin del mundo si hace falta, para animarle: ora a Moscú, para admirar cómo hace florecer en blanco prodigio del viejo arte de la Delantera Stuka hasta los campos de papas; ora a Eindohven, para gozarse en el rojo arrebato con la justa conquista de la copa de UEFA. Gastado tiene el kilométrico mi amigo Manuel, siguiendo a su Sevilla, que está que se sale de las fronteras.

Y suponiendo que estaría con su equipo en el estadio de Luis II de Mónaco, en lo que parecía que iba a ser un matadero de sueños blancos ante un todopoderoso Barsa que pensaba proclamarse SuperTodo sin bajarse del autobús (del autobús que cogió Carod para ir a Perpiñán), llamé a Manuel, en nuestro caballeroso y liberal intercambio de ideologías y sentimientos peloteros, para desearle suerte ante lo que muchos barruntaban Waterloo sevillista. Descolgó el teléfono móvil entre un ruido de gritos a compás, y me dijo:

-Gracias, acabamos de llegar a Niza, y vamos camino de Mónaco. ¡Qué ambientazo sevillista hay! Y si vieras el pedazo de bandera de España que llevo, no te lo ibas a creer.

Puse la televisión para ver el partido, y creí que iba a poder identificar perfectamente la bandera española de mi amigo el doblemente rojo Manuel. Antier... Estaba el estadio lleno de banderas españolas. Y ni que decir tiene que no las enarbolaban los del Barsa, ¡prontito!, sino los sevillistas. La misma bandera de España que uno de los dos equipos llevaba en su equipación. Ni que decir tengo que se trataba, obviamente, del Sevilla. Con lo que le gusta una pela, no hay dinero en el mundo que obligue a Juan Laporta a ponerle la bandera de España al Barsa en su camiseta.

Cómo fue la fiesta de orgullo de España en Mónaco, gracias a que el Sevilla estuvo de ensueño, que la realidad del sueño rojiblanco nos llenó de alegría hasta a los que profesamos la fe del Betis... manque Lopera. Que me perdone el viejo Betis del sentimiento bético de la vida (cuando no era el cortijo de un nuevo rico sin entrañas y sin sensibilidad), pero yo sentí orgullo sevillista cuando Javi Navarro levantó la plata de la justa Supercopa de Europa. Me parecía que el portero Palop iba a fastidiar la proclamación de la dicha políticamente incorrecta cuando apareció torpeando por el corro triunfal con una bandera valenciana. Pero los sentimientos de los sueños se impusieron al momento, cuando, de pronto, una bandera de España, sí, de España, ¿pasa algo?, abrazó y anudó el triunfo de la copa del Supersevilla.

Orgullo y emoción. Y las gracias infinitas que hemos de dar al Sevilla. Si llega a ganar la Supercopa el Barsa, ¡prontito vemos la bandera de España anudando las bodas con la dicha en la plata triunfal! Ya se vio en París, en el Stade de France, cuando el Barsa le ganó la Copa de Europa, vulgo Champion, al Arsenal. Como no ganó el Arsenal y el utrerano Reyes no pudo salir con su bandera de España, allí no se vio otra enseña que la del Estatuto y del desprecio a nuestra nación como residuo del Estado. Pero como gracias a Dios en Montecarlo no fue así, como el Sevilla F.C. le ganó al Barsa, al Estatuto, a Maragall, a la butifarra, a la barretina y a los cafelitos de Carod en Perpiñán, pudimos ver ondear gloriosa la bandera de España en Europa. El Sevilla F.C. sí que es más que un club, y no el Barsa. Y olé. El Sevilla F.C. sí que es esa realidad nacional que Chaves, que es bético, dice confundido que es Andalucía. No, mire usted, Don Chaves: hoy por hoy, en Andalucía no hay más realidad nacional que el Sevilla F.C. Realidad nacional de España. Con su pedazo de bandera rojigualda, como mi amigo el doblemente rojo Manuel. Y a mucha honra.

 Antonio Burgos

 ABC. SEVILLA

SEVILLA beat Real Madrid 4-3 tonight but were edged out of a Champions League place because Osasuna won as well. I was gutted for them, the team and the fans. That can't be right.

Sevilla battered Boro four nowt in the UEFA Cup final. They ripped away our Eindhoven dream, stole our destiny, humiliated us on the biggest stage and handed our rivals a supersize stick to beat us with. We should hate them with a passion. We should spit at the very mention of their name. We should brainwash our children into despising them, locking them into a generational spiral of irrational hostility. We should never eat another orange again.

But in fact I watched the game on the box and was urging on the players who ripped us apart. How does that work?

There is a major league love-in going on between Boro fans - the ones who were there at least - and Sevilla. It is totally unprecedented. There was no shirt swapping with Chelsea after they beat us in those finals. Punch swapping maybe. At Cardiff there was mutual indifference to Bolton. And most other European games have seen limited outbreaks of handshakes over the barricades but on the whole a distanced respect. But Sevilla...

Partly it was to do with numbers. In other European matches Boro have travelled in force but seen very few opposition fans until they have reached the stadium. The general public of Lisbon, or Rome or Bucharest were polite and bemused and very friendly but we never mingled on masse with rival fans. And when the opposition came to the Riverside it was in very small numbers, too small to make a mark on the Teesside pysche.

But in Eindhoven Sevilla fans were everywhere. So were Boro. And they were wearing the same colours and the same inane grin of proud anticipation. It was a shared experience. In bars and restaraunts fans sat together buzzing with anticipation and gabbled away freely to strangers. The red tide sloshed between one square and another. Everyone was on a high, barriers dissolved and it was smiles all round. It was brilliant.

In the Sevilla square I spent an hour shaking hands, exchanging pleasantries and discussing how Boro would line-up. Iin English naturally. My Spanish extended to 'Soy periodista futball Inglese. Me llammo Vic. Cerveza por favour'. That seemed to be enough to have a great time. I came away with a Sevilla scarf swapped for a Smoggy 'Small Town In Europe' badge and a lasting impression that these were good people.

There wasn't the slightest bit of tension and fans mixed along on the road to the stadium and inside the ground too. The neutral areas were packed with groups sat side by side and it is to the credit of both sets of fans that raw emotions never spilled over into animosity or friction.

After the game too they were great. There was no gloating. They were magnanimous in victory and seemed to genuinely feel for us in defeat. "Next time you will win and I will cheer for you," said one in a bar over a beer hours after the game. And it was sincere too. That was echoed across the city as groups of celebrating Spaniards criss-crossed with deflated Boro fans. Teessiders are to be applauded too. There was no spite, no recriminations and no delusions. They were the better team and we congratulated them honestly without rancour.

In the airport the following day the Sevilla team plonked the UEFA Cup on a table and invited Boro fans to come up and touch it and get their photographs taken with it. Some youngsters got to wear winners medalstoo. There was an element of 'let's see what you would have won' torture to it but it also underlined that the final was a collective experience that Boro fans and Sevilla fans had enjoyed together. It was a nice touch.

It would be nice to build on that. Certainly I will be looking to take a flying visit to Sevilla next season and hope to take in a match and I'm sure other Boro fans will be thinking the same. Sevilla are our Spanish side now. We have adopted them as we adopted Banik. There is a soft spot for Steaua too.

It would be nice if the two clubs can firm up relations too. I'm not asking for the club shop to sell half-and-half beanie hats but a pre-season friendly at the Riverside would be a masterstroke. It may appear to be teasing us bringing the victors onto our turf but it would allow us to relive the dream, gain some revenge and also extend the hand of friendship to a club who shared in a legendary moment in Boro history.

Anthony Vickers

El SEVILLA derrotó esta noche al Madrid por 4-3 pero quedó fuera de una plaza para la Liga de Campeones porque Osasuna también ganó. Yo me sacaría las tripas por ellos y sus hinchas. No hay derecho.

El Sevilla le metió cuatro a cero al Boro en la final de la Copa de la UEFA. Nos quitaron nuestro sueño de Eindhoven, robaron nuestro destino, nos humillaron en el mayor de los teatros y nuestros rivales agarraron una barra de tamaño enorme para darnos con ella. Deberíamos odiarlos con pasión. Deberíamos escupir con la simple mención de su nombre. Deberíamos lavar el cerebro de nuestros hijos para el mayor de los rencores contra ellos, encerrándolos en una espiral generacional de hostilidad irracional. Nunca más deberíamos tomar una naranja. Sin embargo, vi el partido en la tele y estuve empujando a los futbolistas que nos echaron. ¿Cómo puede ser eso?

Existe una atracción entre los hinchas del Boro -al menos los que estuvieron allí- y los del Sevilla. No tiene precedentes. No hubo intercambio de camisetas con Chelsea después de que nos ganara aquellas finales. Intercambio de golpes, tal vez. En Cardiff hubo indiferencia mutua hacia el Bolton. Y en la mayor parte de los otros partidos europeos se han visto limitados choques de manos sobre las barricadas pero con toda una distancia de respeto. Pero Sevilla... En parte tiene que ver con los números. En otros partidos europeos Boro ha viajado como un ejército pero ha visto pocos hinchas contrarios hasta que han llegado al estadio. El público en general de Lisboa, o Roma o Bucarest era educado y curioso con nuestro comportamiento y muy amistoso pero nosotros nunca nos mezclamos en masa con los hinchas rivales. Y cuando los contrarios vinieron a Riverside, fueron en escaso número, tan escaso para dejar huella en el psíquico del Teesside. Pero en Eindhoven los hinchas del Sevilla estaban por todos lados. Igual que los del Boro. Y llevaban los mismos colores y la misma sonrisa necia de anticipación orgullosa.

Era una experiencia compartida. En bares y restaurantes los hinchas se sentaban juntos, bebieron anticipadamente y hablaban libremente con los extranjeros. La marea roja rompió en una y otra plaza. Cada uno estaba en las nubes, se disolvieron las barreras y por todos lados había sonrisas. Fue brillante. En la plaza del Sevilla eché una hora dando la mano, intercambiando amabilidades y discutiendo cuál sería la alineación del Boro. En inglés, naturalmente. Mi español simplemente llega a “’Soy periodista futball inglese. Me llamo Vic. Cerveza por favor’. Que parecía suficiente para pasárselo muy bien. Me fui con una bufanda del Sevilla intercambiada por una insignia de “una brumosa y pequeña ciudad de Europa” y con la impresión de que éstos eran buena gente. No hubo la menor tensión y los hinchas se mezclaron a lo largo del camino hacia el estadio y dentro también. Las áreas neutrales fueron ocupadas con ambos grupos sentados unos al lado de los otros y habla en favor de ambos conjuntos de hinchas que las crudas emociones nunca llegaron a la animosidad o la fricción.

Después del partido, todo fue grande también. Nadie anduvo chinchando. Fueron magnánimos en la victoria y parecían sentirlo por nuestra derrota. “La próxima vez vosotros ganaréis y brindaremos por vosotros” decía uno en un bar con una cerveza, horas después del partido. Y también era sincero. Esto hacía eco por toda la ciudad cuando grupos de españoles celebrándolo se cruzaban con hinchas del Boro deprimidos. Los Teessiders deben ser aplaudidos también. No hubo pesar, ni recriminaciones ni desilusiones. Ellos fueron un equipo mejor y nosotros les damos la enhorabuena honestamente sin rencor. En el aeropuerto al día siguiente, el equipo del Sevilla dispuso la Copa de la UEFA sobre una mesa e invitaron a los hinchas del Boro a acercarse, a tocarla y hacerse fotos con ella. Alguno de los jóvenes lograron hacerse una foto con la medalla de los ganadores también.

Hubo un elemento de tortura en “vean lo que vosotros habríais ganado” pero también queda subrayado que la final fue una experiencia colectiva que los hinchas del Boro y los del Sevilla han disfrutado juntos. Fue un detalle lindo. Sería muy bonito construir sobre eso. Ciertamente estaré mirando para volar a Sevilla la próxima temporada y espero asistir a un partido y estoy seguro que otros hinchas del Boro estarán pensando lo mismo. Sevilla es ahora nuestro lado español. Los hemos adoptado como adoptamos a Banik. Hay un detalle también para Steaua. Sería muy bonito si ambos clubes consolidan su relación. No estoy pidiendo a la tienda del club que venda sombreritos sino un amistoso en la pretemporada en Riverside sería un golpe maestro. Podría parecer una tomadura de pelo traer a los vencedores a nuestro campo pero nos permitiría volver a vivir el sueño, ganar la revancha y también extender la mano de amistad a un club con quien hemos compartido un momento legendario en la historia del Boro.

Anthony Vickers

“Ya me puedo morir tranquilo”, ha dicho el comandante de la nave. "Desde chico, y no me he recatado en decirlo, quería ser presidente de este club y lo he conseguido. No os quepa la menor duda de que no voy a desaprovechar la oportunidad que Dios y ustedes me han dado. Lucharé con todas mis fuerzas para sacar al Sevilla del atolladero económico en el que se encuentra".
 Parece que he sacado estas palabras de las cavernas del sevillismo, pero no hace mucho tiempo que fueron pronunciadas. Hace apenas cuatro años. Así comenzó José María Del Nido su discurso ante la Junta General de Accionistas cuando accedió a la presidencia del Sevilla FC. Eran otros tiempos. Sí. Pero qué tiempos. Tiempos de zozobra, como hoy lo son de crucero. Yo estoy seguro de que si preguntáramos al presidente si borraría aquel periodo de la historia del Sevilla, contestaría que no. No por masoquismo, sino por el valor didáctico y hasta redentor que para todo el sevillismo escondían entonces aquellos momentos.
 Dicho de otro modo, y lo que a continuación expongo es sólo una simple opinión, pero de la que estoy muy convencido: esta semana no celebraríamos un triunfo como hemos celebrado si en algún momento años atrás alguien, liderando a un grupo de personas (los grandes retos pocas veces se pueden afrontar en solitario), no hubiera sacrificado su tiempo, su profesión, su descanso, su prestigio y hasta su honra precisamente por sacar al Sevilla “del atolladero económico” en el que se encontraba. Sacrificio gustoso, lo sé, pero sacrificio.
 Me viene esta reflexión a la cabeza cuando veo unas fotografías de hace unos años. Se trata de unas pintadas aparecidas en los alrededores del Sánchez Pizjuán tras la venta de Reyes: ”Del Nido, pesetero”. “Del Nido, traidor”. “No todo puede ser negocio”.
 Algo similar hemos oído más recientemente con los casos de Baptista, Sergio Ramos -que no fue vendido, puesto que el Madrid pagó la integridad de la cláusula de rescisión- o de Joaquín Caparrós. Cuando llegó, poco después, el momento de las vacas gordas, coincidiendo con el año del Centenario, el Sevilla dijo que no perdería la cabeza para fichar. Y no la perdió. Y cuando contrató a Juande Ramos, muchos fruncieron el ceño. Y cuando se inició una temporada titubeante, allá por la quinta o sexta jornada, se escucharon pitidos y ondearon pañuelos en el Sánchez Pizjuán. Pero el tiempo -y es de justicia reconocerlo precisamente ahora- le dio la razón a Del Nido.
 Ayer decía que once jugadores no pueden alcanzar un triunfo tan sonado si no encuentran el respaldo emocional de cientos de miles de personas. Pues bien, entre esos cientos de miles existían unas pocas, y entre ellas una en concreto, que asumieron responsabilidades enormes en la conducción de la nave. Se jugaban el todo por el todo, porque no se subieron a un transatlántico que navegaba pacíficamente por el Mediterráneo, sino a un hermosa y antigua carabela azotada por un terrible huracán. El barco se iba a pique, para entendernos.
 Y lo abordó una tripulación que, con su capitán dispuesto a morir en el intento, achicó el agua, reflotó la nave, la llevó a buen puerto y, no contento con eso, la botó de nuevo para descubrir una tierra prometida. Tierra de la que por algunos años tuvo que hablar como sueño. Era la única forma de adentrarse con optimismo hacia el futuro después de haber sufrido un pasado terrible. Pero ese sueño, -el mundo es de Dios y se lo alquila a los valientes, dice el refrán- terminó esta misma semana: se hizo real.
 "Ya me puedo morir tranquilo", dice ahora el capitán del barco. El lenguaje del presidente sevillista nunca se ha caracterizado por la moderación. Lo hemos comprobado más veces. A veces acierta. Otras no. Pero cuando habla así, no engaña sobre lo que siente. Y es que si hay algo que une al individuo con el Sevilla, eso es el sentimiento.
 Pues no se vaya a morir usted ahora, señor presidente. Tiempo hubo de morir y se sobrevivió. Todo lo más, si quiere, piense en su retiro dentro de unos años. Pero morir, no. ¿Es que no le gustaría repetir lo que hemos vivido esta semana? En el palco o en la grada, como un sevillista más. Vaya este homenaje para todos los que, dentro del Sevilla FC, comenzando por su presidente, han luchado por llevar al equipo al lugar donde siempre desearon verlo.

 Juan Bosco Martín Algarra

 Director ESTADIO Deportivo

La tarde que por mayo viene entera, madurando los vientos y el sembrado, enrubiando trigales que se inclinan sobre suelos de panes presentidos. La tarde que por mayo viene y sabe que el calor es secreto de estos días, apretado calor que lleva dentro una voz de cosecha y esperanza… La tarde que por mayo viene alegre, con retoques de miedo y de ilusiones, la tarde que se fue, tan holandesa, tan sevillanamente convencida de volver con el lujo entre las manos, esa tarde que vimos siempre nuestra, aunque nos diera miedo confesarlo, esa tarde, por fin, tan blanquirroja, se decidió a escribir lo que soñaba. La gloria no ha llegado de mentira; la gloria no ha llegado medio hecha, travestida de falsos cacareos. La gloria se nos hizo sevillista con el peso que toda gloria tiene.
 “…Y si viene, que venga gigantesca, que venga como es, sin menoscabo; que venga como nunca aquí la vieron, que venga como sueña cualquier sueño”. Así, con esa voz, se lo pedía a la gloria que tanto se tardaba. Y vino, y vino toda desbordada, rebosada de clase y de alegría, conjunto de saber y de coraje, unión del pueblo con sus artesanos, comunión de alma y de la fuerza. ¡Cómo corrían, ángeles de blanco, sobre la yerba los del centenario! ¡Cómo gritaban, desde su delirio, miles de corazones sevillistas reclamando el pasado y el futuro!
 La clase, el señorío, la mesura. Si se supo esperar tantas esperas, supieron recibir el sueño tardo. Elegancia, alegría, desparpajo, y la gracia que baila o que improvisa, y la sangre sin freno y sin desmayo. Ahí estuvo el Sevilla, sin temerle a los vientos ingleses que venían. Una Copa de Europa aguarda cerca, y había que ganarla, como fuera. La tarde que por mayo se apagaba envuelta en noche azul de holanda fina, se hizo sevillana y blanquirroja, campeona y total, ancha, tan nuestra, que el mundo entero se quedó asombrado al sentir el acento sevillista pronunciar como nunca el alto sueño. Un sueño que era suyo, necesario. Y la gloria vistió la camiseta blanquirroja que lucen los valientes. Y el sur se hizo Sevilla en un suspiro, y Sevilla un equipo, una esperanza. La tarde, qué especial, y qué señora. Y Dios qué palangana y sonriente…

Antonio García Barbeito