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NUESTRA PARTICULAR OPINIÓN
SIN CORTAPISAS, SIN CENSURAS
Las opiniones difundidas son de la exclusiva responsabilidad de sus autores
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Tras las decepciones y adversidades –tantas durante tantísimo tiempo- siempre he acabado confesando que NUESTRO SEVILLA acabaría convirtiéndose en MI SEVILLA.
En esos afligidos momentos de desamparo, cuando esperaba encontrar -y ofrecer- como agua de mayo el aliento de los míos y mi respaldo hacia ellos, me he sentido desamparado, indefenso, huérfano, solitario, desolado… a veces impotente, ofuscado incluso, y hasta cavilando un digno abandono del Sánchez Pizjuán donde mis sentimientos últimamente no acaban de coincidir con los de mis afines.
En situaciones así, invariablemente acabo descubriendo, con honrosas excepciones, un sevillismo exageradamente inflexible, provocativo a veces, que, en un alarde de exigua memoria –eso me parece- concluye comparando épocas recientes con la actual como si ello fuera posible, como si las situaciones fueran análogas y extrapolables.
Años y años de fidelidad y de lealtad, muchas veces soportando oprobios chabacanos de individuos ramplones que se permitían incluso la reprobación personal por el tremendo pecado de llevar a gala mi pasión sevillista: "¿Otra vez te vas a sacar el carné, para ver al Eibar? ¡Con lo bien que se está en el braserito... !".
Mi memoria histórica como sevillista no comienza en el año de nuestro Centenario. Para entonces yo había vivido casi medio siglo dejándome seducir por [nuestro] mi Sevilla Fútbol Club. Remembranzas que no sólo se remontan a esos primeros años de la infancia en la que priorizaba todo lo que tenía que ver con el club de mis amores, sino que, seguramente por esa bendita pasión irracional, siempre me interesé por lo que de él fue desde un 14 de octubre de 1905.
¡Cuántos recuerdos!, ¡qué escasas y lejanas satisfacciones de una historia no vivida pero que permanecen imborrables en rancio color sepia en mi retina gracias a los testimonios de mis padres y de mi tío Paco!, ¡cuántas decepciones, casi perennes!... ¡cuánta pasión sin embargo!
¡Qué pena de que la memoria funcione, que se remonte tanto en el tiempo, que sirva para recordar años, lustros y decenios de… nada!: trece años en Segunda, temporadas mediocres en Primera, algún que otro Ciudad de Sevilla celebrado casi como el regreso de Eindhoven, partidos matinales frente al Badajoz, el saqueo de Antena 3 y de la mafia marbellí, ¡otro año igual! mil veces cantado…
A veces pienso en lo mucho que desearía que mi memoria no fuera más allá de dos años atrás: seis finales, cinco títulos, tres de ellos continentales… mucho más en este tiempo que en los cien años del comienzo… y, pese al batacazo de ayer, terceros en la Liga, con los mismos puntos que el segundo, a mucha distancia –es cierto- del equipo que nos quintuplica en presupuesto y domina el panorama futbolístico mundial aunque no inalcanzable –¡qué ironía decir esto hoy!-; por encima del mayor transatlántico blanco del fútbol español -a cuatro puntos- y de la corbeta colchonera mimada por los medios y los políticos de turno, a tres. Todo ello con una plaga de lesiones espectacular que nos ha minado en los dos últimos meses todas las posiciones del equipo, especialmente la delantera, hasta en un setenta y cinco por ciento y en alguna ocasión hasta en un cien por cien de sus componentes.
Felizmente, mis recuerdos abarcan mucho más que eso y se empeñan en evocar tiempos de alegrías, muy pocos, y de pesadumbres, la mayoría, que han forjado un auténtico espíritu sevillista imposible de cambiar por jíbaros, advenedizos y maldicientes que, mediatizados por infames órganos de comunicación, pretenden empequeñecer mi cerebro haciéndome sentir indignado, furioso y colérico cuando sólo tengo ganas de gritar con tremendo orgullo: ¡Viva mi Sevilla, siempre! ¡Maldita memoria!
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San Martín, dos semanas antes (por Francisco Romero)
"A cada cerdo le llega su San Martín" es un refrán (Wikipedia) que alude a que cada cual recibirá en su momento la compensación por los actos cometidos. Si alguien ha actuado incorrectamente, tarde o temprano le llegará el momento de pagar su culpa.
San Martín es una festividad que se celebra el 11 de noviembre (dentro de dos semanas, pero el frío en Gran Bretaña comienza a apretar) siendo una fecha muy señalada en muchos pueblos de la geografía española pues es cuando tiene lugar la matanza del cerdo. En algunos sitios de España (o del Reino Unido) se les ceba (o se les unta) unos meses antes de sacrificarlos (o de darle una patada en el trasero) el día de San Martín, con castañas o con bellotas (o con libras esterlinas) para que su carne (cara) coja mejor sabor (color). También se utiliza este refrán para referirse al momento de la muerte (de la defenestración) que no puede evitarse. En España este refrán siempre ha tenido un tono despectivo (en Inglaterra ni se sabe).
Así, el mejor entrenador del MEJOR SEVILLA DE LA HISTORIA ha cumplido su ciclo en el fútbol inglés alcanzando el "glorioso" honor de pasar a la historia como el peor entrenador de la historia del Tottenham tras Ossie Ardiles y haciendo el inicio de campaña más desastroso de la más que centenaria historia del club londinense; eso sí, podrido de dinero.
Ha transcurrido un año desde el 26 de octubre de 2007, en el que escribí lo siguiente. Lástima que la traición no se produjera un par de jornadas antes:
"Hace dos meses, el pasado 23 de agosto, cuando escribí la primera entrega de esta miniserie que titulé "Así no, Juande", estaba convencido que habría que escribir más pronto que tarde, a modo de epílogo, las líneas que ahora me dispongo a rasguear.
Aquel día decía, escrito está, algunas cosas sobre el técnico manchego:
1º) Manifiesta públicamente que ha rechazado una oferta del Sevilla y que no se hablará más de su renovación hasta junio de 2008 porque ahora quiere centrarse únicamente en las competiciones oficiales. Sin embargo ha mantenido contactos con el Tottenham londinense, bien sea para la próxima temporada, bien –lo que es peor- para la inminente.
2º) Públicamente da el visto bueno al probable fichaje de Kone: "Me gusta mucho, con esa intención se ficha... ". Así, contrariamente a lo que ha sido norma en el club de no anunciar los fichajes hasta que se han consumado, el entrenador da por prácticamente finiquitado el mismo, con las seguras repercusiones económicas que tal afirmación puede tener, pues refuerza la posición del PSV, club que tratará de conseguir lógica ventaja a las palabras del técnico sevillista.
3º) Dice comprender a Daniel Alves: "Cualquier persona que esté trabajando y cobra una cantidad y viene otra empresa y le dice que le paga seis veces más -y como profesional tiene la posibilidad de resolver su futuro- es lógico que quiera aceptar; cuanto antes se solucione mucho mejor". Por lo pronto, "si él quiere jugar, jugará, pero si no quiere no lo hará. Si psicológicamente no está preparado no podrá jugar". Es decir, Daniel Alves jugará si quiere jugar y si no, no pasa nada. Y se queda tan tranquilo. ¿Qué opinará Andreas Hinkel?. Y más teniendo en cuenta que al brasileño se le ha revisado su contrato año tras año. ¿Podemos admitir como normal que los compromisos adquiridos y firmados sean papel mojado? Todo ello supone una falta de autoridad y de respeto al resto de la plantilla inimaginable en Juande hace siete días.
4º) Para colmo, se despacha a gusto con un futbolista, Chevantón, que el día anterior había cometido un grave acto de indisciplina: "si tengo que decirle la verdad lo hundiría. Le haría mucho daño. No lo voy a decir públicamente, si lo digo lo humillaría". Así, un acto de insubordinación, que debería haber sido castigado gravemente de puertas hacia dentro se responde con unas declaraciones explosivas que, otra vez, hacen daño, primero y económicamente al club que está buscándole una salida al charrúa.
¿Se imaginan ustedes el día que la pelotita no entre? Se hace necesario y urgente un cónclave del presidente con todos los profesionales del club en el que quede definitivamente claro cuáles son los objetivos marcados y cuál el camino trazado del que nadie ose apartarse.
Un mes después, el 28 de septiembre, se publicó la segunda entrega de esta miniserie "Así no, Juande (II)". Estaba claro que el de Pedro Muñoz continuaba tramando su traición. Escribí entonces:
El día en que José María del Nido apareció en la sala de prensa de la ciudad deportiva asegurando que Juande, después de sus flirteos con el Tottenham, iba a cumplir al menos el año de contrato firmado con el Sevilla, sentí un gran alivio. Ese día, el mejor entrenador de nuestra historia prometía centrarse únicamente en su trabajo en pos de la consecución de nuevos triunfos para la sociedad.
Un día después, tras la rueda de prensa del técnico en la que corroboraría su continuidad, supe, o mejor, presentí que me había equivocado. Ese Juande Ramos que todos conocíamos hasta entonces no parecía ya el mismo. Desgraciadamente no me equivoqué y aquella comparecencia pública ha sido "mejorada y ampliada" en sus posteriores apariciones ante los medios de comunicación.
Muchas han sido las actuaciones que no han satisfecho a los seguidores sevillistas: sus negociaciones en plena temporada con el club londinense al tiempo que niega al club que le paga la continuidad de las mismas; sus desafortunadas referencias a la afición -"a ver si sólo vamos a estar para coger la bandera cuando se gana algo", "los halagos me resbalan y las críticas también", "yo con esto (la crítica por las últimas alineaciones) me divierto mucho"-; sus públicas manifestaciones sobre la escasez de grandeza del club -"no somos el rey del mundo", "el 3-0 refleja fielmente las diferencias entre el Arsenal y el Sevilla", "al Sevilla le estábamos poniendo en un pedestal que no le correspondía"-... Todo ello supone un cúmulo de despropósitos en tan escaso espacio de tiempo de los que nunca esperábamos del gran técnico manchego.
... Si sigue divagando y distraído, buscando enemigos en rededor suyo, las metas que nos hemos fijado estarán cada vez más lejanas. De él y solamente de él depende, naturalmente con el necesario respaldo del consejo de administración y el reconocimiento de los aficionados. Mantenemos ese hilito de esperanza.
Aquel día, después de publicar esta segunda opinión, realicé una llamada telefónica. Responde mi interlocutor: - Paco... buenos días. - ¿Cuándo lo vas a echar?. - No es el momento. Es un gran entrenador, está nervioso porque los resultados no le acompañan...
Hasta aquí el inicio de una conversación privada. Aquel día barrunté que el, sin duda, mejor entrenador de nuestra historia, nos traicionaría. No era difícil saberlo. Juande no era el mismo: las ruedas de prensa, sus hasta entonces inhabituales gracietas, las descalificaciones públicas de profesionales a sus órdenes, sus contradicciones constantes. No, no era el mismo. A los ojos de muchos había descarrilado. Las últimas alineaciones, las erráticos y erróneas sustituciones durante los partidos... Este no era el Juande que habíamos conocido.
Se ha perdido un mes, si no dos, y mañana tomará la batuta un técnico con una ilusión y un sevillismo a prueba de bombas. Se va, por dinero, el mejor entrenador que hemos conocido. Lo mismo pensábamos cuando se despidió Caparrós. Dos técnicos a los que se les ha encasquetado el birrete de únicos artífices del éxito del Sevilla, minusvalorando el equipo puesto a sus órdenes ¿Por qué Manolo Jiménez no puede convertirse en el mejor entrenador de nuestra historia? Tendrá a su disposición una de las mejores plantillas del fútbol mundial, pero tendrá también ojo avizor a una afición extremadamente exigente con los nuestros y muy blandita con los foráneos. Somos así.
Una vez más, el escudo y nuestra bandera son lo único importante. ¡Viva el Sevilla!"
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¿Incidentes en el Calderón? (por Francisco Romero) Resulta que hoy, incluso los que nos entretenemos todos los días en querer conocer noticias del mundo del fútbol, nos enteramos que en el enfrentamiento de la Champions entre el Atlético de Madrid y el Olympique de Marsella se produjeron unos terribles incidentes que han sido saldados por la Uefa con la sanción al club colchonero con una multa de 150.000 euros y la clausura de su estadio durante tres partidos, además de la prohibición para su entrenador (muy interesante este video) de dirigir desde el banquillo a su equipo por dos encuentros.
Pero, ¿qué ha ocurrido, qué fue lo que pasó si he visto regularmente la información deportiva de Antena 3, de Tele 5, de Televisión Española, de "la nuestra"... si he escuchado casi a diario a "los monstruos" de la radiodifusión española... si he leído casi todos los diarios nacionales... si he visitado el sitio web del Marca, del As... y sólo, muy en pequeñito, hablaban de unos incidentes al comienzo del partido con hinchas franceses? Pues sencillamente que estos defensores del derecho, de las buenas costumbres y de la convivencia SE HAN CALLADO TODA LA VERDAD. Naturalmente, no se trataba del Sevilla, o del Betis. Los incidentes -gravísimos, ahora lo sabemos- ocurrieron en el Vicente Calderón, en la casa de ese equipo gracioso y simpático de la capital de España y, claro, tiene que imperar la ley del silencio. Resulta que en medios franceses puede hoy leerse al entrenador del Olympique: "Acogemos con satisfacción que la UEFA haya trabajado con rapidez. Es lógico castigar al Atlético de Madrid porque la violencia y el racismo no tienen cabida en un estadio. Con esta decisión siempre se podrá decir que la UEFA no ha hecho oídos sordos y esta vez ha cambiado la débil actitud mostrada ante el caso del Zenith". Por su parte, Mathieu Valbuena ha manifestado: "Personalmente, los insultos que se escucharon me conmovieron. Los insultos yo ya los había recibido en el césped, pero provenían de aficionados o jugadores. Lo que es inaceptable, francamente, es que vengan dirigidos del entrenador. No veo a Eric Gerets (entrenador O.M.) insultando a un oponente". Así que todos nuestros "amigüitos" del cuarto poder nos han querido ocultar lo que para los que hemos estado allí resulta una evidencia: que en los estadios de la capital de España -no sólo en el Manzanares- se gritan continuamente consignas xenófobas, que la presión a la que se somete a los equipos visitantes traspasa mil veces la línea de lo tolerable y que con el club colchonero no se quiere hacer la chanza que -bien merecida en otros casos- se vierte sobre los clubes sevillanos. ¿Es posible que hoy se esté defendiendo en todos esos medios que los hechos sancionados por la Uefa son pura invención del organismo deportivo europeo? ¡Puerca manipulación, asquerosa desinformación! Y todavía damos lecciones de Democracia a La France. Ver "Nuestra particular opinión" 2005 y 2006 Ver "Nuestra particular opinión" 2007
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¿Y esta flor... quién la riega? (por Francisco Romero) Un hombre de un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo, acompañado de Sancho, su fiel escudero, traicionando a los suyos por el vil metal, de mercenarios marcharon a las guerras de Inglaterra. Los mensajes que llegan de aquellas lejanas tierras pregonan que, ya en la retaguardia, reculan hacia el abismo embestidos por un ejército con enormes ansias de vengar la entulsticia forastera: "... se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el celebro de manera que vino a perder el juicio."
- ¡Señor, señor... con lo bonito que pintaba todo... pero ya le decía a vuesa merced que nos estrellaríamos seguro! - La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres." - Pues, señor, con nuestra aventura perdimos la libertad al refugiarnos en una isla sin posible escapatoria, encerrados entre extranjeros que sólo piensan en su victoria y no en la nuestra, que nos daban golpecitos en la espalda cuando no nos conocían y que ahora, cuando hemos mostrado todas nuestras cartas, nos empujan terraplén abajo; y, para colmo, mi señor, la honra ya la perdimos cuando abandonamos España, ¿qué nos queda? - La avaricia, Sancho, nos queda la avaricia. Cambiamos cincuenta vellones por cincuenta monedas de oro y, aunque apesadumbrados, con los bolsillos llenos, algún día más próximo que lejano -si la fortuna no remedia esto- volveremos a La Mancha. Allí nos esperan los pregoneros, charlatanes y bufones que reían y continuarán riendo nuestras gracietas; sobrados vamos de oro, la hambruna allí no ha pasado, más aún viven un “periodo de desaceleración” o, mejor dicho, de “dificultad económica seria" y nos lo volveremos a ganar por un plato de lentejas. La flor marchita que luce su solapa espera un urgente riego que la haga resurgir con todo su esplendor. Los jardineros de González Abreu Street -y otros bienpagaos- están prestos a intervenir. Ver "Nuestra particular opinión" 2005 y 2006 Ver "Nuestra particular opinión" 2007
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Fútbol, banderas y politiqueo (por Francisco Romero) Otra vez la misma historia, la polémica de los últimos septiembres que en el Sevilla han sido: El club nervionense ha adquirido en los últimos años un prodigioso caché en toda España con el asunto de la banderita rojigualda. Desde la mítica final de Eindhoven hasta la última de Mónaco los aficionados al fútbol de este país se han visto representados en Europa por un equipo, el Sevilla F.C., que se ha vanagloriado de su condición de español, haciendo pública ostentación de ello. El Sevilla presume de su españolidad y, con él, millones de ciudadanos se han sentido sevillistas en estas ocasiones puntuales, lo que ha servido para que muchos de ellos permanezcan fieles de por vida a los colores sevillistas.
La culpa, sin duda, la ha tenido el Departamento de Marketing del club que -haciendo suyas las palabras del presidente: “sevillistas en Sevilla, sevillanos en Andalucía, andaluces en España y españoles en Europa”- inició una apuesta por abrazar, “sí o sí”, el sentimiento de tanta gente en torno a una nación con legítimas ambiciones de presumir de ello gracias a un club que ganaba todo lo que disputaba con la bandera española en su indumentaria. Es cierto que la pelotita entró y ello contribuyó al éxito. De otras cosas hablaríamos ahora si la suerte hubiera sido esquiva. Mientras otros clubes se unen a la moda copiando al innovador Sevilla (Real Madrid, Atlético, Málaga...) algunos de los nuestros parecen haberse cansado de tanta banderita o, quizá, siempre lo han estado. Para muestra, el botón del incansable grupo Biris Norte Ultras SFC, que ha emitido el siguiente comunicado: "El Sevillismo quiere sus camisetas rojas y blancas. En Europa nadie conoce nuestra equipación ni nuestros colores. No queremos trofeos de entidades de sospechosos orígenes como Denaes. Queremos nuestros colores. Empezaron por una bandera pequeña, y ya ocupa gran parte de la camiseta. Desde Biris Norte, pedimos lo mismo de siempre, boicot a estas camisetas como se hizo con la segunda de champions. El "éxito de ventas" que tuvo ha provocado que la regalen este año. Basta ya!" Se puede estar de acuerdo, o no, con la estrategia de las camisetas sevillistas o con la del precio de los abonos o con los cánticos del Gol Norte y sus emblemas, pero quienes se arrogan, en un politiqueo barato, la representación del sevillismo (“conmigo o contra mi”) dejan traslucir unas conductas muy cercanas al totalitarismo que dicen aborrecer. Valen por tanto todas las opiniones, todas las críticas, todos los halagos, pero sin pretender en ninguno de los casos hablar en nombre de un sevillismo plural, numeroso y múltiple. Quienes anteponen sus sentimientos políticos a los deportivos están en su derecho. Ahí están los parlamentos, los partidos políticos y los sindicatos para que dejen a los sevillistas con su Sevilla en paz. Ver "Nuestra particular opinión" 2005 y 2006 Ver "Nuestra particular opinión" 2007
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Empieza la Fiesta (por Jesús Pérez) Y empieza como se debe, levantando títulos. “Otro año iguá”. El mismo título que se le atragantó hace ahora un año al equipo de la capital de España viene para Sevilla después de que en su primera edición la representación española se quedara a un peldaño de ser campeón. El elenco no está mal: Lokomotiv como anfitrión, Chelsea y Milan como invitados y el más grande equipo andaluz de todos los tiempos, el Sevilla F.C., en Campeón. Venciendo y convenciendo. Con bajas o sin ellas, con rotaciones o sin ellas, con debutantes y sin ellos, esto se parece mucho a un equipo y así es como debe ser. Si las primeras sensaciones se confirman, tenemos Sevilla para rato. Lo bailao no hay quien nos lo quite y probablemente tardaremos en repetirlo, pero esto tiene visos de futuro, de proyecto consolidado y con proyección a su vez. Y es que el Sevilla asombra y seguirá asombrando. Todavía nadie se explica cómo, pero la razón es simple (y a la vez compeja): iniciativas como la radio, la televisión, la campaña "Sácale partido al cole", la magnífica estrategia de marketing, los productos oficiales, o la proyección exterior de la marca Sevilla F.C., como elementos externos al puramente deportivo -cuyo éxito no precisa comentario; a las pruebas me remito-, constituyen un totum revolutum que ha conseguido que el Sevilla suene en el mundo, que se impregne en el tejido social de la ciudad y que sea el santo y seña de cuanto en fútbol concierne al Sur. Para bien y para mal, para envidia de mezquinos y admiración de los más, seguiremos dando que hablar. Y usted que lo vea. P.S.: Un saludo muy afectuoso a todos los "foreros" y en especial a mi buen amigo Paco, webmaster de esta excelente página. Y no lo olvidéis: "Lo mejor..." Ver "Nuestra particular opinión" 2005 y 2006 Ver "Nuestra particular opinión" 2007
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¿Por qué nos ha hecho esto? (por José Luis Díaz) Estimado Sr. “donmanué”: Le escribo como socio (sí señor administrador de la página de Foro Sevillista, este año sí) del mejor equipo de Andalucía; muchos sevillistas queremos manifestarnos a las puertas del estadio de La Palmera, que decían iba a ser la quinta maravilla del mundo, con el fin de que usted no abandone la nave. Todavía recordamos las palabras que soltó a aquellos pobres angelitos que confiaban en que usted no era un empresario sino la O.N.G. de Sevilla. Ahora queda más que demostrada que la rentabilidad que ha podido sacar ha merecido la pena por el gran sufrimiento que ha pasado en estos largos años. Por favor señor “donmanué” o mejor dicho “manolito”, como lo llamaba su padre, no se nos vaya definitivamente ya que todavía queremos que su betis siga cosechando los éxitos que ha tenido hasta ahora. Sin usted ese equipo no podrá ver las grandes glorias que le esperan. Mi gran duda es la siguiente: si este señor vendiera su club a unos inversores ingleses, ¿cambiarán el nombre del estadio de La Palmera?. Lo mismo se llama en un futuro Stadium Mc. Lewin. Qué bonito suena ese nombre para un estadio de la ciudad de Sevilla, hasta ahí se nota la llegada de la globalización. Ver "Nuestra particular opinión" 2005 y 2006 Ver "Nuestra particular opinión" 2007
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Cómo querer dejar de ser creaturita y no morir en el intento: el nuevo mito (por Ernesto López de Rueda)
Se sabía que las creaturitas son aficionadas a los mitos, a las falsas leyendas: Al mito de que nacieron como respuesta a un acto del Sevilla que no quiso acoger a un obrero cuando ya se ha demostrado ser falso y que nacieron impulsadas por militares y monárquicos corruptos, defensores de los capitalistas y terratenientes que mantenían oprimido al pueblo sevillano en aquella primera década del siglo XX. Al mito de que opusieron un equipo ¿infantil? al Sevilla en protesta por una "cacicada" de un capitán general -presumiblemente bético- que no dio permiso a dos jugadores que terminaron fichando por el Sevilla, que en aquella época los goleaba a placer con titulares, en su campo y en el nuestro. Al mito de que fueron los grandes perjudicados de la Guerra Civil cuando, sin ir más lejos, el Sevilla perdió en el conflicto a varios jugadores más de peso que ellos, que empezaron a desmantelar su propio equipo nada más ganar la Liga y un año y pico antes de que empezara la Guerra. Al mito de que luego fueron sojuzgados por el Sevilla, que bastante entretenido estaba con ser campeón de Liga, de Copas y pelearse con Madrid, Barsa, Atlético, Valencia y Athletic mientras estaban en Tercera con entradas de 50 espectadores en su campo. Al mito ser el equipo campechano y del pueblo cuando son mal vistos en casi todas partes y siquiera son el equipo andaluz con más peñas, lugar que corresponde al Sevilla. Y toda una serie de mitos menores. Todos ellos, grandes y pequeños, nacidos para justificar sus sempiternos fracasos, su incapacidad para funcionar como club, su dependencia de mecenas desde los primeros tiempos habida cuenta de que no tenían afición y de que la poca que tenían lo abandonaba en cuanto pintaban bastos como bien definió uno de sus propios presidentes, Benito Villamarín, cuando dijo aquello de "¿béticos? casi todos de taberna" mientras un Sevilla ya en declive por la construcción onerosa del Ramón Sánchez Pizjuán seguía llenándolo mientras que ellos regateaban con el Ayuntamiento que se les regalase su campo, pues jamás han sido capaces de tener uno propio ni de vivir ajenos a la mendicidad municipal. Y claro, hoy en los tiempos en que todo se sabe, hay una mancha que emborrona todo el mito de la afición fiel, simpática, siempre luchadora por lo suyo... es decir, aquello que perjudica el falso mito de la afición que no es capaz nunca de salvar a su equipo cuando vienen duras. Desde 1992, el Betín pasó a ser propiedad mayoritaria de nuestro amado y dilecto donmanué porque entre todos los trillones de betínicos del universo en todas sus galaxias, no fueron capaces de salvarlo y tuvo que llegar donmanué para que Reinardo le pusiera la transferencia de los 800 miyone. En aquella época en que nuestro venerado donmanué los salvó, todos profesaron inmediatamente la fe loperística como antes había sido la de Sánchez Mejías, un sevillista que fue presidente suyo para darles unos durillos con los que evitar la desaparición y con ello la destrucción de nuestro sparring preferido; o también la del propio Villamarín que mediante subterfugios con el Ayuntamiento consiguió gratis la cesión de una parcela de todos los sevillanos y ascendió al equipo de Tercera a Primera con la inestimable -y no se sabe si remunerada o retribuida- colaboración arbitral. Toda su historia se basa en las peticiones a unos y otros para que les dieran limosnitas con las que tirar p’alante. Y en ese mito de humildad cuando quiere decir mendicidad, la mancha es haberse vendido al poder de Lopera. ¿Cómo contar eso a los betínicos del futuro? No puede ser, no, y los histeriadores betínicos, sesudos ellos, ponen en marcha la operación "yo nunca fui loperista y el betinismo siempre luchó contra la dictadura loperiana". En esa página de neo ex loperistas que es betinwé, ha aparecido una hilarante encuesta abierta por un gran loperista convertido hace pocas semanas en neo ex loperista hasta que vuelva a hocicar como hace siempre. Según esa encuesta: - Casi el 30% de los neo ex loperistas, jamás fue loperista. - Casi el 30% fue un poco loperista pero hace lo menos 10 o 12 años (de los 16 que lleva donmanué) que dejó de serlo porque se olió la tostá. - El restante 40% dejó de serlo después de ganar la Copa del Rey... tengo mi duda si fue en la explanada donde gritaban "sí, sí, sí, el shupito yastá quí" donde dejaron de ser loperistas en ese momento, o si ese "después" quiere decir en realidad a partir de que el Sevilla F.C. comenzara a fumigarlos a copazo limpio. El caso es que se ha puesto en marcha la operación "yo nunca fui loperista y el betinismo siempre luchó contra la dictadura loperiana" para que dentro de cinco años el cartero de Castilleja escriba el décimo tomo que tampoco será publicado de la NO enciclopedia del Betín y que se titulará: la heroica lucha del betinismo contra el dictador fascista y sevillista de Lopera al que jamás se quiso y se aplaudió en Heliópolis durante su mandato". http://www.betisweb.com/foro/showthread.php?t=33002 Como escarpias se me ponen los pelos sólo de leerlo. Ver "Nuestra particular opinión" 2005 y 2006 Ver "Nuestra particular opinión" 2007
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El año de la Liga (por Ernesto López de Rueda)
El Sevilla tendrá de cara a la próxima temporada a una plantilla capacitada para luchar por los cuatro primeros puestos o, en el peor de sus defectos, para clasificarse entre los seis primeros.
Ver "Nuestra particular opinión" 2005 y 2006 Ver "Nuestra particular opinión" 2007
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Pasa la vida, pasan los años (por Ernesto López de Rueda)
El pasado 26 de abril nuestro querido Ernesto López de Rueda decía lo siguiente en eldesmarque.com: Me he divertido un buen rato leyendo un artículo de un señor bético que se llama Juan Díaz así como de las distintas réplicas y contrarréplicas que ha suscitado. Y una lectura atenta de dicho artículo me permite sugerirle al señor Díaz una serie de acciones que sin duda le irán bien. He decidido unificarlas bajo el título tan evocador de esas sevillanas de Manuel Garrido -ese poeta sevillano autor también de las "sevillanas del adiós" (algo se muere en el alma)- conocidas como las del "pasa la vida" y que popularizaron María del Monte o Albahaca. En una de ella se hace referencia al "pasa la vida" y en otra al "pasan los años". El señor Díaz usó unos datos que manipuló a su antojo. El primer criterio que utilizó fue el de la clasificación histórica de la Liga, y lo usó para decir que el Sevilla FC figura como séptimo clasificado mientras que el Betis aparece en décimo lugar. Y en un intento de depreciar al Sevilla dice que hasta la temporada pasada era el octavo y que "sólo la debacle de la Real Sociedad" le permitió superarla y que durante aún tardará años en superar al sexto de esa clasificación que es el Español. En primer lugar, agradecer al señor Díaz su convencimiento -que compartimos todos- de que el Sevilla superará al Español en pocos años. Sólo el Sevilla puede tardar pocos años en superar al Español, porque el Betis -con sus números- no "amenaza" con superar a nadie en las próximas décadas y bien hará con cuidarse en no descender para no ser superado por Celta y Depor, a quienes tiene al ladito. En segundo lugar, aclararle que si el Sevilla se ha aprovechado de la "debacle" de la Real, lo mismo hicieron el equipo vasco y el Español aprovechando que el Sevilla descendió en la temporada 1996-97 tras un pésimo ejercicio liguero, que estuvo dos años en Segunda, que subió y realizó una mala temporada y que descendió de nuevo otro año a Segunda, es decir, que en un lustro realizó dos malísimas temporadas en Primera y anduvo tres en segunda coincidiendo con la aplicación de los tres puntos por victoria, porque hasta ese año, el Sevilla era el sexto, no el séptimo ni el octavo. Mencionada la primera gratitud al señor Díaz y aclarada su primera manipulación, apliquemos el título de "pasa la vida, pasan los años" a este criterio usado por el señor Díaz atendiendo a la clasificación de la Liga.
Según esos números,
el Sevilla ha jugado 64 temporadas en Primera y el Betis tan solo 45,
luego al Betis le faltan 19 años (como mínimo) para alcanzar esa cifra.
Teniendo en cuenta que esa clasificación es estadística y que el Betis
pasa el 40-45% del tiempo en divisiones inferiores, puede calcularse un
plazo mínimo de 25 años, tiempo que el Sevilla empleará para sumar más
historia en Primera lo que hace dudar que ni el señor Díaz ni yo ni
nuestros bisnietos puedan ver la situación inversa. Según el criterio
elegido por usted y esos números, el Sevilla ha ganado 826 partidos y el
Betis 539. Si nos guiamos por la media de victorias béticas por temporada
en esas 45, tenemos que gana 12 encuentros por temporada en Primera, como
le llevamos 287 victorias, tardaría 24 años en alcanzar el número de
victorias del Sevilla, pero como hemos visto que entre el 40-45% de su
tiempo lo dedica a estar en Según el criterio elegido libremente por el señor Díaz, el Sevilla, en Primera, ha marcado 3.121 goles, su equipo, que está "muy cerca", ha conseguido 1.889 tantos, lo que nos ofrece una diferencia de 1.232 golitos de nada. Si el Betis marca una media de 42 por temporada, le harían falta 30 temporadas para alcanzar al Sevilla si éste desapareciera hoy, llegaría a ello en 2038 para que el señor Díaz pudiera contarlo aquí. Y como también se refiere a los puntos, esos 627 puntitos de nada que necesitaría el Betis -gran beneficiado -de momento- en la liga de los tres puntos por victoria, "sólo" necesitaría 18 años para igualar al Sevilla si éste no sumara más en esos años. No quiero hablar de la tendencia actual para no deprimir al señor Díaz. ¿Ve señor Díaz lo acertado de elegir el título de "pasa la vida, pasan los años"? La segunda manipulación del señor Díaz es cuando se remite al palmarés oficial de los clubes según los datos de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) que incluso se atreve a copiar, pero... no los copia enteros... ¡ohhhhhhhh! Algo muy bético eso de sesgar la información estadística. Resulta que uno, sorprendido, mira en la página de la LFP y le citan los siguientes títulos: 1º.- R. Madrid: 70 (incluyendo -literalmente- 9 "copas de Europa" (señor Díaz: ¿eran seis copas de Europa y tres ligas de campeones o cómo era esa cuenta del primer equipo andaluz en jugar no sé qué cosa?) 2º.- Barsa: 59 3º.- Ath. Bilbao: 32 4º.- A. Madrid: 21 5º.- Valencia CF: 17 6º.- Sevilla FC: 9 7º.- Zaragoza: 8 8º.- Depor: 6 9º.- R. Sociedad: 5 10º.- Español: 4 11º.- R. Unión de Irún: 4 (eso de contar "sólo" a los 12 primeros tenía trampa ¿eh, pillín?) 12º.- Betis: 3 Oiga, en palmarés de títulos el Sevilla es el sexto y el Betis el duodécimo y por detrás de Depor y Real Unión de Irún que están por debajo del Betis en la clasificación por puntos. He mirado los mismos datos que usted, la misma página: www.lfp.es vaya, y repase y a ver dónde se le "cayeron" algunos títulos del Sevilla y de varios más y explique un poco esa divertida costumbre bética de "contar" estadísticamente entre tal y tal año, o desde el puesto número tal y tal... y luego siempre aparecen más cositas. Es típico de los histeriadores béticos. Quizás sea cosa del fascismo, ya lo aclarará. Ahora, apliquemos el título a sus matemáticas. Juzguemos bajo la óptica de "pasa la vida, pasan los años". Y vayamos a una simple regla de tres. Señor Díaz: Si el Sevilla FC tiene 9 títulos y el Betis 3 en 100 años ¿Cuántos años le hacen falta al Betis para sumar 6 títulos más en su palmarés? Un, dos, tres, responda otra vez... tic, tac, tic, tac... ¡¡¡sí!!! Acertó, señor Díaz, le hacen falta 200 años para igualarnos siempre que nos abstengamos de ganar nada más. Ya sabe, eso de "pasa la vida, pasan los años"... Y su tercera manipulación es la de que el Sevilla es el equipo número 28 por títulos europeos. No, mire, señor Díaz, la UEFA lo publicó este año y no somos el 28º, somos el número 14 con tres títulos tras Milán (13); Madrid (12); Liverpool (11); Barsa, Juventus y Ajax (8); Bayern Munich (6); Inter de Milán y Anderletch (5); Oporto, Valencia y Parma (4); e igualados con Chelsea (seguro que le suena), Tottenham, Nottingham, Feyeernord y Dinamo de Kiev. De las 25 ligas europeas en cuyas primeras divisiones y durante la historia de las competiciones europeas han militado más de 850 equipos, sólo 55 clubes han ganado algún título europeo. Entre ellos varios españoles entre los que el Sevilla (nº 14 entre los 55 equipos europeos campeones de los más de 850 que han pretendido serlo) es el cuarto equipo nacional con más títulos internacionales tras Madrid, Barsa y Valencia y seguido por Zaragoza y A. Madrid. Y en esta lista de 55 el Betis no aparece, ni siquiera en la de los 80 finalistas entre los que sí está el Alavés, por ejemplo. Hagamos una nueva regla de tres, señor Díaz: si el Sevilla tiene tres títulos europeos y el Betis ninguno ¿Cuántos años necesita el Betis para alcanzar al Sevilla? Es una pregunta matemáticamente compleja, no se ponen de acuerdo los especialistas. Antiguamente la respuesta sería "un período infinito" (imagínese, señor Díaz, en la vida lo conseguirían), hoy pueden darle alguna esperanza en algunas facultades, pregunte, y si no, recurra a grandes contadores como Manolo Carmona, Discóbolo, etc.
Y recuerde para sus
tres criterios: "pasa la vida, pasan los años"... Ver "Nuestra particular opinión" 2005 y 2006 Ver "Nuestra particular opinión" 2007
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¿Podemos continuar? Sevillismo desde Alicante (por José Luis Díaz)
Estimado Sr. Romero:
Respuesta.- Sevillistas como tú siempre tienen abiertas las puertas de "tu" casa. Bienvenido.
Ver "Nuestra particular opinión" 2005 y 2006 Ver "Nuestra particular opinión" 2007
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Por la reconciliación familiar, ¡Jiménez vete ya! (por Francisco Romero)
En una entrevista, la pasada semana, Maresca sentenció como el italiano sabe hacerlo. Tras el oportuno prefacio del interlocutor dorándole la píldora: “Tenéis un equipazo, sois mejores que el Villarreal y que el Atlético de Madrid… ¿qué ha pasado para no entrar en Champions?, la respuesta del transalpino: ¡Muy fácil, es que no siempre ganan los mejores! La cara de Mortadelo para verla… Muchos de los que hemos vivido la travesía del desierto de las últimas décadas del Sevilla F.C. y que tenemos la inmensa fortuna de disfrutar del Sevilla actual, nos preguntábamos, desde la cima de la gloria, desde la continúa borrachera de éxitos, cuánto tardaría en llegar esa segura época de las vacas flacas, ese tremendo momento de la monumental resaca que nos devolviera, siquiera por poco tiempo, a los tiempos pretéritos al 10 de mayo de Eindhoven. Tras el exitazo continúo ya camino de los tres años, en pleno éxtasis, nos seguíamos preguntando qué ocurriría en el club y en su entorno llegado ese inevitable momento en el que los éxitos no fueran tales, las finales se perdieran, e, incluso, no hubiera finales. Sorprendentemente, objetivamente, ese momento no ha llegado ni por asomo. Hemos finalizado quintos en la liga con los mismos puntos que el cuarto y a tres del F.C. Barcelona. Hemos sido eliminados de la Liga de Campeones y de la Copa del Rey sin ser inferiores en el marcador y sin perder un solo partido de las eliminatorias. Sin embargo, infelices de nosotros, buenazos en el fondo, inocentes como cubos sin asas, observamos atónitos cómo la inmensa mayoría de los que mecen conciencias de gente ayuna de criterio y muchos de nuestros hermanos en el sentimiento rojo y blanco no han podido aguantar más. Unos -la mayoría, por sus incontrovertibles colores, otros, “sevillistas” como nosotros, por su, para ellos, ya extremadamente prolongada aportación al club- aprovechan cualquier situación pretendiendo la desestabilización permanente. Y, especialmente, han encontrado un sujeto paciente para convertirle en el blanco de todas sus críticas: el entrenador Manolo Jiménez, el mismo que cogió las riendas del equipo en la octava jornada liguera -tras la traición del Iscariote- cuando flirteaba con los mediocres en los deshonrosos puestos de la clasificación y que lo ha colocado en Europa por quinto año consecutivo a pesar de los pesares. Pero tranquilos, a la mayor parte de ellos no lo tendremos en el asiento de al lado la próxima temporada. Por entonces habrán dado por amortizada su aportación y su “cariño” al Sevilla. Tres años, algo más de medio lustro, es mucho tiempo disculpándose ante la parienta: “este año es el último, esto no va a durar toda la vida… ”. No alcanzar la Champions os ha venido de perilla en pos de la reconciliación familiar… para colmo no tenéis la disculpa de la subida de precio de los abonos… ¡Adiós y hasta la próxima, cuando con la aportación de los fieles de siempre volvamos a alcanzar la cúspide en la que –vosotros, vencedores natos- pretendéis vivir permanentemente! ¿O no? Ver "Nuestra particular opinión" 2005 y 2006 Ver "Nuestra particular opinión" 2007
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Final de la Copa de la UEFA... ¿Y qué hago yo aquí? (por Francisco Romero)
Llego a casa a eso de las nueve de la tarde, conecto la televisión, comienza el zapeo correspondiente y... reacciono en ese momento: ¡ostras, la Final de la Copa de la UEFA! Antena 3 transmite la finalísima de la competición europea entre el Zenit de San Petersburgo y el Glasgow Rangers y, tras unos instantes de titubeo, acabo sentándome ante la pantalla, mientras, sin pretenderlo, comienzan a pasar por mi cabeza las imágenes, los sentimientos... el gozo en definitiva de todo lo vivido y disfrutado en Eindhoven y en Glasgow: EINDHOVEN 2006: (01) (02) (03) (04) (05) (06) (07) (08) (09) (10) (11) (12) (13) (14) (15) (16) (17) (18) (19) (20) (21) (22) (23) (24) (25) (26) (27) (28) (29) (30) (31) (32) (V.01) (V.02) (V.03) (V.04) (V.05) (V.06) (V.07) (V.08) (V.09) (V.10) (V.11) (V.12) (V.13) GLASGOW 2007: (01) (02) (03) (04) (05) (06) (07) (08) (09) (10) (11) (12) (13) (14) (15) (16) (17) (18) (19) (20) (21) (22) (23) Una final de la Copa de la UEFA... ¿y qué hago yo aquí? es la pregunta automática e inmediata. La respuesta también es rápida: claro, este año no la hemos jugado... pero el año que viene sí y ese preciado trofeo, esa copa que nos cambió la vida -y que mientras escribo no tiene dueño aún- descansará durante unos meses en la capital escocesa o en la antigua Stalingrado, pero esa joya de plata bien sabe -como sabemos todos- que se trata de una circunstancia temporal porque su destino será muy pronto las vitrinas de la sala de trofeos del Ramón Sánchez Pizjuán, tras nuestra segura visita en mayo de 2009 al Fenerbhaçe Sukru Saracoglu de Estambul. ¿A que sí? Ver "Nuestra particular opinión" 2005 y 2006 Ver "Nuestra particular opinión" 2007
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¡Que gane el que perdió! (por Francisco Romero)
La noticia deportiva en los telediarios de hoy ha sido, sin duda, una imagen de S.M. El Rey en la que, a preguntas de los periodistas sobre quien ganará esta noche la final de la Copa que lleva su nombre, ha respondido alegremente: "¡Que gane el que perdió!" en una clara referencia al Getafe que, en su presencia, salió derrotado el pasado jueves frente al Bayern de Munich en los cuartos de final de la Uefa Cup 2008. También podía entenderse como un deseo de que ganara la Copa "el (equipo) que la perdió" la pasada temporada a manos del club más grande del Sur de España. Cualquiera que fuere el pensamiento del monarca, está claro que ha errado superlativamente manifestando un deseo personal sobre el destinatario final del galardón que ha de entregar esta noche. Pongámonos en la piel de los seguidores valencianistas ¿Sería una exageración que el equipo no se presentara esta noche a disputar la final y que se le entregara el trofeo al otro equipo -ya son tres- protegido nauseabundamente por la división mediático-galáctica? ¿sería otra exageración, quizá superior, que el equipo valencianista, tras saltar al césped, hiciera una sentada para manifestar su desazón? o, posiblemente, ¿sería otra exageración monumental que el Valencia disputara el partido a cara de perro como si le fuera la vida en ello, venciera al Getafe y sus jugadores se retiraran al vestuario despreciando el trofeo que habrían ganado en el campo? Está claro que nada de esto va a ocurrir, pero ya sólo nos faltaba que el primero de los españoles se ponga al frente de la inmunda pandilla que mangonea desde los despachos y desde la propaganda al fútbol español. ¡Además de serlo... hay que parecerlo! Ver "Nuestra particular opinión" 2005 y 2006 Ver "Nuestra particular opinión" 2007
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Reflexiones tras la Champions (por Francisco Romero) Ya llegó, o parece próximo el día mil veces anunciado. El día del desastre, de la derrota absoluta, del descrédito, del insulto, de la descalificación, del desdoro… Pasito atrás, fin de ciclo… manidas frases “reverdecen” más de treinta meses después en el estrellado (de estrella) horizonte sevillista. El 3 de septiembre de 1997 tuve un mal presentimiento cuando, en compañía de Ernesto López de Rueda y de Luis Marín, comenzaba a abandonar el Estadio Municipal de Lepe en los instantes finales del partido de ida de la primera eliminatoria copera de aquel año entre el Isla Cristina y el Sevilla F.C. que ganaba el Sevilla 0-2: nos encontrábamos, camino de la salida, a la altura del área sevillista, cuando el trencilla de turno se inventó un penalti que supuso el único gol local. En ese instante se lo comenté a mis acompañantes, no sin cierta sorna: “no me ha gustado un pelo lo que ha ocurrido, ojalá no nos acordemos de esto”. No me equivoqué: una semana después, el Isla Cristina, con diez jugadores durante casi 80 minutos, nos apeó de la competición de la Copa del Rey al vencer en la bombonera por 2-3. Algo muy parecido presentí el pasado 20 de febrero cuando Semih a dos minutos del final nos hizo el tercer gol en Estambul: el resultado final de la ida (3-2) no reflejaba lo ocurrido en el terreno de juego; el Sevilla había sido superior pero, al mismo tiempo, los guarismos del marcador señalaban un resultado que pudiera parecer fácil para la vuelta pero que, como después se demostró, era ciertamente engañoso. Se quiso vestir al Sánchez Pizjuán con las mismas galas que el Sürkü Saraçoglu de Estambul. Se anunció que el “infierno” turco quedaría en pañales al lado de las amarguras que impone la bombonera… bla, bla, bla, nada de nada.
Increíble todo lo acontecido desde el inicio con los dos goles en nueve minutos a la forma en que finalmente entregamos, todos, la cuchara, pasando por el increíble conformismo de afición y equipo durante todo el segundo tiempo. Examinado lo acontecido con cierta perspectiva, pareciera que el tercer gol de Kanouté y el inmediato descanso supusieron el comienzo del fin de las aspiraciones sevillistas. El frío meteorológico (frente polar que en ese momento hacía su aparición) llevó el conformismo a todos convirtiéndose en un aterrador frío ambiental. El bocadillo y la cervecita de las gradas hicieron el resto: la panza llena y las manos enguantadas. ¿Infierno nervionense? Nos estábamos jugando, por segunda vez en nuestra historia, el pase a cuartos de la más grande competición europea y ni los profesionales ni la afición reaccionaron como el momento merecía. Puede parecer una boutade. Pero cada vez estoy más seguro que sobró el gol de Kanouté, sobretodo por el momento en que se produjo, al final del primer tiempo. Un 2-1 en el descanso nos hubiera mantenido a todos ojo avizor, en alerta: a los jugadores atentos a cada una de las situaciones; a la afición alentando, estimulando, apoyando y sin bajar la guardia durante los siguientes 45 minutos… Es decir, algo parecido al jueves de feria frente al Shalke 04. El conformismo y la relajación nos enredó a todos y, así, tiramos incomprensiblemente por la borda, tantas y tantas ilusiones íntimamente confiadas. De todas formas, qué diferencia de exigencias las de este Sevilla: estamos tremendamente fastidiados porque no hemos llegado por segunda vez en nuestra historia a cuartos de final de la máxima competición continental, después de haber cosechado cinco títulos en 18 meses, tres de ellos europeos. ¿Cómo tendríamos que estar los que vivimos aquel Sevilla-Isla Cristina o aquellos Sevilla-Guetxo o Sevilla-Algeciras? Hasta en la contrariedad existen categorías… Nos hemos acostumbrado a ganar, a ganar y a ganar. Por cierto, ¿desde cuándo dirige Manolo Jiménez al Real de Madrid? ¿quién si no ha podido llevar al equipo de La Castellana a obtener el mismo resultado en la Champions League? Eso es cosa de Jiménez, seguro. Y Jiménez ha explotado hoy. Es cierto que a estas alturas no ha demostrado todo lo que se espera de él, pero no es menos cierto que se le ha estado juzgado desde antes de tomar posesión de su cargo. La labor del actual entrenador del Sevilla hay que compararla con la del Juande de esta misma temporada; de las puertas del descenso a las puertas de Europa sin apoyo alguno y con casi todos en contra. Otros entrenadores, alguno muy cercano, que siguen jugando peligrosamente en los lugares innobles de la clasificación parecieran que fueran gemelos de Menotti. Esta temporada, hemos conseguido un título, seguimos con auténticas aspiraciones para conseguir la meta fijada para la liga y estamos fuera de dos competiciones (la Copa y la Champions League) sin haber sido superados en el marcador en ninguna de ellas: el valor doble de los goles, en el primer caso, frente al F.C. Barcelona, y la lotería de los penaltis, en el segundo, frente al Fenerbhaçe, nos han apeado de ambas competiciones. Ahora es el momento en que todos, en esta sociedad ventajista sevillana, declaran conocer a un primo o a un conocido de un cuñado de una prima hermana que es íntimo amigo de tal jugador, que es el director de la sucursal de este otro futbolista, que su hija va a nadar con la sobrina-nieta de este otro directivo y… curiosamente todos coinciden: “es natural lo que está pasando: los jugadores no tragan a Jiménez, Antonio Álvarez no se habla con él, la papilla que ahora toman es de horchata… ”. Curiosamente, ninguno apareció al día siguiente de la manita al Zaragoza. Ver "Nuestra particular opinión" 2005 y 2006 Ver "Nuestra particular opinión" 2007
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Un reflejo de lo que nos separa (por Jesús Pérez)
"La mala yerba a la sombra de la mies crece" que decía mi sabia abuela, y seguro que antes que ella algún otro, cosa que no me preocupa porque lo que realmente me importa es que me la decía ella a mí. (Y me consta que no lo decía porque mies viniera del latin "messis").
Viene a cuento la recordada frase de mi abuela para darle un cariñosísimo tirón de orejas a nuestro editorialista, que ha preferido dedicar la sacrosanta crónica de un partido de nuestro Sevilla F.C. a los aficionados al espectáculo del fútbol que prefieren presenciarlo a socaire del mejor equipo que tienen a mano.
Al que le gusta el fútbol, le gusta el fútbol. El que ama unos colores, ama unos colores. Pretender que ambas circunstancias se den al unísono, es caso de fe. Que es precisamente el caso del editorialista que nos ocupa, que piensa que ésta mueve montañas y pretende que los que no la tienen abracen la verdadera.
Hubiera sido más gratificante, hasta para un "advinidizo", caer en la obviedad y contar que Messi tuvo que recurrir a la caidita de roma para sacar algun provecho de su esfuerzo baldío, que el farça jugó cuando se lo permitieron, que Henry se fue aburrío de Dani, que el de los dientes todavía estará con la lima serrándoselos, que el exquisito Iniesta acabó a coces, que va a haber que ponerle espinilleras de titanio a Capel, que Keita fue fiel a sí mismo mientras lo dejaron, que Ulegué se fue limpio(!), que Abidal acabó el partido(!!), que Valdés tiene donde la espalda pierde su honesto nombre no una, sino un centro de flores, que la leña es leña según y como quien la dé, que a priori la defensa hacía aguas, y a posteriori la delantera contraria hizo aguas... menores.
En fin, que si nuestro amigo editorialista consigue con su particular cruzada salvar al justo que sin duda habrá entre los cien pecadores, bienvenido sea su afán. Por mi parte, prefiero seguir aprendiendo de su crónica semanal y terminar esta "contracrónica" con una frase que decía mi abuela, y seguramente otros antes que ella, pero lo que realmente me importa es que me la decía ella a mí: "A enemigo que huye, puente de plata". Ver "Nuestra particular opinión" 2005 y 2006 Ver "Nuestra particular opinión" 2007
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Alvarado somos todos (por Francisco Romero)
La polémica está servida. Jesús Alvarado, al que no tengo el placer de conocer, valientemente como siempre, divulgó ayer a los cuatro vientos en su visitadísima web las ofensivas y repugnantes palabras del entrenador del Osasuna, Ziganda, tras la finalización del encuentro del pasado sábado entre el Sevilla y el Osasuna. Palabras que, también audazmente y con igual valentía, recoge la edición de hoy del Diario de Sevilla en un acto apreciable por muchos y diversos motivos. Principalmente, por la cobarde y asustadiza huida de la noticia de la inmensa totalidad de los medios de comunicación sevillanos.
¿Se acuerdan del tiempo que tardaron, otrora, estos intrépidos reporterillos en hacer públicas las acusaciones del Atlético de Madrid por los presuntos insultos que Palop les profirió a la puerta de los vestuarios de Nervión? ¿Quién fue testigo de aquellas supuestas injurias? Naturalmente, aún hoy se desconoce, pero ellos, entonces, enarbolaron como un solo hombre, la bandera del hecho noticiable porque el afectado era un ¿poderoso? equipo de la capital de España.
Sin embargo, la jugada actual, con el silencio cómplice de la práctica totalidad de los medios de comunicación sevillanos, con la honrosa excepción citada, está clara: ha llegado el momento de vengarse de esa persona que desde su sitio de internet -defendiendo el sentimiento sevillista y los embates y las desahogadas ofensas a nuestro club de estos impresentables- ha puesto en jaque y ha desmontado todos y cada una de sus patrañas.
Como los buitres, acechando y esperando el mejor momento, en espera de su preciada carroña, estos insolentes personajes pretenden arramblar con la imagen y el buen nombre de Alvarado. Pero Jesús debe saber, en estos -seguro- ingratos momentos por los que algunos también hemos discurrido, que no está sólo. Estoy seguro que los que escucharon la basura que salió de la boca del técnico osasunista están prestos y dispuestos a declarar donde sea necesario toda la verdad. Las propias palabras del técnico pidiendo perdón, tras el partido y al día siguiente, con una extraña nerviosera a flor de piel resulta la prueba evidente de su culpabilidad (excusatio non petita, accusatio manifesta).
Somos grandes, Jesús, y tú, particularmente, eres enormemente grande con tus virtudes y con tus defectos, y ese es el gran problema. No te engañes. Si fueses el humilde gacetillero de una desconocida web de un equipo de segunda, o casi, nada de esto hubiera tenido trascendencia. El problema, el gran problema, es el Sevilla Fútbol Club y los sevillistas como tú que no se arredran ante la ignominia, el insulto, el agravio, la descalificación y el ultraje de los poderosos grupos de comunicación de este país y sus vasallos de provincias.
Aunque fuera por esa sola razón debes saber que no estás sólo, que claramente trasciende de todo este embrollo que testigos presenciales te hicieron llegar lo que era una información, una asquerosa pesquisa, pero que necesariamente, para que llegara a adquirir la categoría de noticia, había que difundir. Lo mismo que otros muchos callan no porque no la supieran al dedillo como tú, como en sus propios medios han reconocido, sino porque pretenden llegado el momento de tu crucifixión en la plaza pública. Es excesiva esa bilis mal digerida que rebosa por sus comisuras. Como profetas no tienen precio, son muchos los meses de éxitos del Sevilla y de su presidente ¡ay, lo que eso duele!, son demasiados los recientes títulos que se amontonan en nuestras vitrinas... y es enorme esa grandeza -todavía más colosal- cantada y contada por ese gran referente del sevillismo en el que, lo quieras o no, te has convertido.
Por eso, ahora más que nunca, Alvarado somos todos.
Ver "Nuestra particular opinión" 2005 y 2006 Ver "Nuestra particular opinión" 2007
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