EDITORIALES

UN REFLEJO DE LO QUE NOS UNE

Viernes 7 noviembre 2008

Evidencias versus excusas

Pareceres ante el dilema

El Sevilla F.C. lleva un mes largo con algunas bajas, pero nada trascendentes al entender de la caterva de “journaleros” de nuestra ciudad. Así resulta que, sin contar -como si no fueran nuestros, como si no formaran parte de la plantilla sevillista- a lesionados de larga duración como Javi Navarro y Koné, resulta que en los últimos 30 días hemos tenido fuera de juego a Mosquera (baja intrascendente según ellos), Dragutinovic, Renato, Crespo, Squillaci, Capel, Adriano, Konko, Acosta, Kanouté, Luis Fabiano, Duscher y Chevantón. Catorce jugadores de una plantilla de veinticinco.

 

Pero resulta, además, que las bajas –y no de escasa duración- no se han producido en momentos aislados y puntuales pues ha habido partidos donde han coincidido hasta once profesionales en el dique seco. Por el contrario, los encuentros en los que más jugadores han estado a disposición del técnico el número de lesionados –siete- tampoco ha sido desdeñable, cuatro de ellos de los que conforman, ni más ni menos, que la totalidad de la línea atacante.

 

Claro que no nos hemos quejado mientras las fuerzas han aguantado y los resultados han sido positivos. La orden del club durante toda esta travesía ha sido igual de tajante y de exigente: no caben excusas. Pero, llegado el momento de los reveses deportivos y cuando la presión ha hecho acto de presencia es el momento de proclamar nuestra indignación a los cuatro vientos: ¿por qué no se puede hablar de lo evidente? ¿quién pretende convertir las evidencias en excusas? ¿es que no se trata de realidades, de certidumbres palpables?

 

La rachas de resultados ahí quedan para la posteridad. Hasta el instante de producirse esta última –negativa- el Sevilla ha firmado números de records en la historia del club y coincidiendo con el desastre en la enfermería se han dado una serie de partidos donde los resultados y la imagen no se han correspondido con el nivel deseado, esperado y exigido.

 

Aunque las comparaciones son odiosas éstas no pueden obviarse: Resulta que anteayer a un equipo de Madrid, llamado Real, se le lesiona Roben y se unen a la lista de bajas De la Red, Van Nistelrooy y Pepe, siendo dudosa la participación dominical de Sergio Ramos, aunque ha sido convocado, y toda la prensa capitalina –con una sola voz- afirma que se trata de un desastre, que el equipo sin el holandés no es el mismo y que esta situación de bajas hace saltar todas las alarmas.

 

Busquen, comparen y si entienden -comparación odiosa, repito- que las bajas del Real Madrid tienen más importancia que las del Sevilla, ustedes… no son de los míos. Ustedes forman parte en primera persona de la trupe de “journaleros” sevillanos o se dejan arrastrar -en ausencia de la propia- por su opinión escocida, necia, majadera y emponzoñada tras tantas y tan prolongadas libaciones.

    

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Martes 14 octubre 2008

Otro cumpleaños. 103 años nos contemplan

Y 3 años de forosevillista.com

            "Cuentan las lenguas antiguas que un 14 de octubre nació una ilusión. Su nombre fue Sevilla y le prestó su nombre... ". Otro 14 de octubre, la fecha de nuestra fundación que El Arrebato nos continuará recordando por los siglos de los siglos. Cien años y tres más en el que hubo tiempo para todo, para acumular títulos en la mitad primera del siglo de existencia, para vivir otro medio siglo sin conseguirlos y para resurgir de las cenizas, como el ave fénix desde la celebración de nuestro centenario, con nuestras medias negras, nada más y nada menos que tres títulos continentales: la Copa de la UEFA en Eindhoven el 10 de mayo de 2006, la Supercopa de Europa en Mónaco el 25 de agosto  de 2006 y nuevamente la Copa de la UEFA en Glasgow un mayo después, en 2007. Y otros dos títulos nacionales, la Copa de S.M. el Rey en Madrid el 23 de junio del mismo año y la Supercopa de España, también en la capital de España, el 19 de agosto del 2007 del triplete. Para colmo la IFFHS, el organismo que controla las estadísticas del fútbol mundial nos ha otorgado, durante diecisiete meses consecutivos, el título de mejor equipo del mundo, algo nunca logrado por club alguno.

            Estos títulos, que nos han servido para echar por la borda todos los miedos y sinsabores de cincuenta años, han supuesto el trampolín definitivo de un Sevilla que -no nos hemos cansado de repetirlo- por historia, afición y tradición no tiene más remedio que estar entre los grandes del fútbol español. Y estar entre los grandes significa luchar por esa medalla de bronce que Real Madrid y Barcelona, inaccesibles, dejan para el resto de aspirantes. Por historia, nuestra lucha debe estar centrada en superar a equipos como Valencia, Atlético de Madrid o Athletic de Bilbao. Los madrileños y los vascos llevan años en horas bajas y están hoy por hoy superados por nuestro Sevilla. El Valencia sigue siendo nuestro principal rival y, si aprovechamos en alguna ocasión las épocas de vacas flacas que en ocasiones sufren los dos primeros -y que los árbitros no se equivoquen siempre a su favor, como es habitual-, podremos algún año celebrar un título liguero -el último nos lo birlaron en Mallorca- porque, lo hemos demostrado, los sueños se cumplen.

            Pero en estos tres años también ha habido tiempo para el desaliento y para el dolor, los que nos dejó nuestro Antonio Puerta, el resorte que nos ayudó a recuperar nuestra grandeza se instaló definitivamente en el tercer anillo de la bombonera. Le estamos echando mucho de menos, por eso, ahora más que nunca, hay que apretar todavía más los dientes. Tenemos que seguir creciendo, sí o sí. Antonio no nos lo perdonaría.

            Y hoy también es nuestro cumpleaños. El 14 de octubre de 2005 comenzó a andar este sitio en internet que continúa con su pretensión de informar y opinar sobre los temas que rodean a nuestro Sevilla. Esta página, en sus respectivas secciones, se ha hecho eco de las vivencias sevillistas de tres temporadas, la 2005/2006, la 2006/2007 y la 2007/2008, que quedarán -sobretodo las dos primeras- en los anales de nuestra historia. En nuestra retina todavía estarán por mucho tiempo las emociones vividas en cuatro finales europeas muy lejos de Nervión, Holanda, Mónaco y Glasgow, cuyas plazas y calles parecieron cualesquiera de las calles y plazas del barrio que acoge nuestros sentimientos prácticamente desde nuestro nacimiento. La última visita a la capital del Principado fue la única en la que no sacamos tajada en forma de título. Naturalmente, sin olvidar que la afición sevillista convirtió la capital de España en un Guadalquivir rojo y blanco ese citado 23 de junio de 2007 en el que conseguimos nuestro cuarto título copero y en la que se batieron todos los records de desplazamiento de cualquier afición en el mundo. En otros apartados de esta web ha habido ocasión de rememorar los acontecimientos vividos por un grupo de sevillistas que se unieron el 2 de noviembre de 1995 fundando la asociación Foro Sevillista, a raíz de los tristes acontecimientos vividos en agosto del mismo año, con el único afán de defender los intereses de nuestro club que pretendían pisotear unos indocumentados. Ahora, asesoramos a tantas y tantas criaturas que gozaban con sus aseveraciones: ¡Qué más quisierais vosotros que tener un donmanué!

            ¡Cómo ha cambiado todo! ¡Qué deslumbrante es nuestro presente y qué ilusionante continúa siendo nuestro futuro! Las gracias, otra vez, han de darse a un presidente y a un consejo de administración que han trabajado sin desmayo y han confiado en lo que hacían, un cuerpo técnico envidiado por las secretarías técnicas del fútbol europeo y una plantilla de jugadores profesionales orgullo de todos los sevillistas. Pero las cosas no siempre fueron así. Difícilmente viviremos acontecimientos tan tristes como los acontecidos hace algo más de 13 años, pero desde entonces las autoridades deportivas españoles tienen muy presente que con el Sevilla no se juega, porque "... para defenderlo le dio a una afición". Lo dicho, cumpleaños feliz, 103 años de sevillismo y 3 años de Foro Sevillista en internet. Y siguen diciendo que lo mejor está por llegar...

    

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Viernes 29 agosto 2008

¿Qué pasaría si...

... la prensa no hubiera tragado tanto?

 

A vueltas con “la canalla”. ¡Vaya tela el veranito que se están dando! ¡Vaya tela -del telón- del estiíto que nos pretenden dar!

 

“Palop al Valencia… Drago a Inglaterra… Maresca a su patria… Luis Fabiano a Madrid, Barcelona o Londres… Capel a…” ¿adónde no ha ido Capel este verano según estos cuenta cuentos?

 

La gota que ha colmado el vaso –comprensible después de tan prolongado trago- la ha vertido hoy, en su programa de mediodía, Radio Londres desde Rafael González Abreu Street, por medio de Manolo Aguilar, alentado con especial fruición por su jefe, Santigo Ortega.

 

El primero de ellos no ha tenido el mayor rubor en alegar la casi absoluta certeza de que Manolo Jiménez condenará al banquillo a Diego Capel en favor de Adriano; primero, por el hecho de que el almeriense se niega a firmar un nuevo contrato y, segundo, porque su representante no es otro que René Ramos, el hermanísimo del otro Ramos, el “madrilista” de toda la vida, cuyos métodos son especialmente conocidos en la casa sevillista.

 

Así, en estos términos ha narrado “su” noticia, mejor dicho su rumor –otro- con el general regusto de su jefe de redacción.

 

Para confirmar sus argumentos, ambos se han remontado, en una espectacular broza mental a un episodio parecido ocurrido el año pasado –eso han dicho- con Poulsen cuando, igualmente, no llegaba a un acuerdo con el Sevilla para su renovación. Eso fue lo que, al menos, intentó el Sevilla, según ellos, aunque al final no lo hicieron porque “el danés es una figura internacional”. Pero claro, dicen, “si no lo hicieron con Poulsen que no lo hagan ahora con un joven de la cantera, sin duda más desprotegido e indefenso”.

 

Y ahí dejan, como tantas veces, una historieta seguramente inventada durante las guardias montadas durante los tres meses de verano, soportando temperaturas extremas, a las puertas del Fontanal; episodio que cien veces contado convertirán en noticia, sí o sí.

 

Por cierto, ¿se imaginan a esta plebe durante 90 días a 40 grados en la explanada del Ramón Sánchez Pizjuán a la espera de noticias sobre fichajes, licencias de obras o compradores de acciones? ¡Lo que saldría por esas boquitas… ! ¡Tantas libaciones… tantos y tan profundos tragos!

 

    

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Miércoles 2 julio 2008

Patriotismo de hojalata

Crisis, ¿qué crisis?

 ¡ Enhorabuena a todos  los que se sienten por vez primera  Campeones de Europa !

 

 

Por fin. Parecieran vidas paralelas. Lo mismo que el Sevilla supo esperar durante décadas para situarse en la élite del fútbol mundial, la Selección Española ha dejado transcurrir 44 años para que Michel Platini emulara al anterior Jefe de Estado, haciendo entrega al capitán español de nuestro segundo galardón europeo.

 

Lo mismo que el Sevilla ha lucido orgulloso la enseña de la nación más antigua de Europa por el viejo continente mientras se entretenía en conquistar tres títulos, nuestra selección ha arrastrado tras de sí a millones de seguidores, asombrosamente sin complejos y arropados con su bandera.

 

Lo mismo que, tras los éxitos, el Sevilla ha liderado durante 17 meses la Clasificación Mundial de Clubes, la Selección Española encabeza por vez primera la Clasificación Mundial de Selecciones Nacionales.

 

Si en el anterior régimen El Cordobés y el equipo del gobierno -de aquel tiempo y de siempre- acaparaban la por entonces escasa atención mediática –el opio del pueblo, decían- ¿qué puede decirse ahora del uso y del abuso que todas las televisiones sin excepción y la gran mayoría de la radio y de la prensa escrita han hecho del éxito de Viena?

 

El espectáculo de los reyes, los príncipes, el presidente y la vicepresidenta del gobierno han dejado definitivamente en pañales los manejos y añagazas de la televisión en blanco y negro. Los abrazos, los besos, los paseíllos en busca de otra mejilla y de otro achuchón vividos en el palco de honor del Ernst Happel han sido dignos de los mejores culebrones venezolanos.

 

Y es que no era para menos, nuestro equipo ha realizado un campeonato brillantísimo y se ha hecho digno merecedor del galardón. Urge conocer al menos capaz de Hortaleza porque al sabio hay que reconocerle los bemoles desplegados para no convocar al capitán blanco.

 

Aunque… las celebraciones son manifiestamente mejorables. Lo poquito agrada y lo mucho enfada. Es necesario valorar en su justa medida el detallazo de Sergio Ramos en recuerdo de su amigo Antonio Puerta. Pero ¿porqué una bandera del Atlético en el autobús de la celebración o una enseña andaluza en la cintura del camero? Imaginemos que Xabi Alonso o Puyol hubiesen hecho lo propio con la ikurriña o la senyera ¿Qué se estaría escribiendo ahora, qué se hubiera dicho entonces?

 

La selección es de todos y los colores que a todos nos representan son, con el permiso de Cuatro y de toda su cohorte de pelotillas incondicionales, el rojo y el amarillo; lo mismo que la Plaza de Colón es ésa, la de Colón, que -negando la mayor- se vistió de rojo y gualda en detrimento del pregonado, voceado y pretendido unicolor de la propaganda. Por cierto, ni una tricolor en la calle ¡qué sofocón!

 

Al final se consiguió lo perseguido: el secuestro de nuestra selección por la cadena prisaica y la apropiación indebida de nuestros símbolos, aunque faltó lo que verdaderamente se pretendía: estandartes de uno y de tres colores en las calles de nuestras ciudades.

 

Mientras Europa, con España a la cabeza, se sumerge, sin prisa pero sin pausa, en la crisis económica más importante del último cuarto de siglo, hace su aparición –ahora toca- un casposo y artificialmente implantado patriotismo de hojalata de un pueblo narcotizado con la pretensión de que todo quede en una “desaceleración puntual del ciclo económico”. Crisis, ¿qué crisis, si la selección es campeona de Europa?

 

Pan y circo.

 

    

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Viernes 16 mayo 2008

"Han faltado dos partidos para el objetivo"

¿O sobraron dos del principio?

 

Hoy que se cumple un año de la final de Glasgow, un año de nuestro tercer título continental, y cuando la temporada toca a su fin, los tópicos del fútbol hacen de nuevo su aparición -¿alguna vez se ocultaron?-: "Magníficos, al final, los números del Sevilla... gran recta final... dos partidos más y el objetivo se hubiera alcanzado...". Esta es la prensa deportiva que sufrimos y padecemos en la capital de Andalucía; esa prensa que, según ellos -¡tienen jeta!- está para ayudar al fútbol sevillano. Esta es su reacción tras tragarse todos ellos las mil y una majaderías que se han inventado con el asunto del relevo del técnico sevillista.

 

Les viene que ni pintada una ya popular expresión del actor Pepe Sancho, tras la ignominiosa persecución a la que le somete la prensa del corazón: ¡A mamarla… !

 

Y es que ahora se tienen que tragar, mezclados en su mal digerida bilis, los soberbios números ligueros obtenidos por el equipo de Jiménez. A falta de una jornada, pudiera ser que el Sevilla finalizara quinto clasificado con los mismos puntos que el tercero, Barcelona o Atlético de Madrid.

 

Ha llegado el momento, tras los encarnizados ataques al de Arahal, de la obligada marcha atrás: "Magníficos, al final, los números del Sevilla... gran recta final... dos partidos más y el objetivo se hubiera alcanzado...".

 

Una reflexión para de paso ensalzar la labor del refrendado técnico sevillista: ¿no hubiese sido más fácil para lo consecución del objetivo que la traición del hombre de la mancha se hubiera consumado dos semanas antes? ¡Cuánta razón tiene Pepe Sancho!

 

    

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Martes 6 mayo 2008

Ahora sí estamos ante una final

El partido de Santander marcará el camino

Desde hace la friolera de ocho o diez partidos se vienen catalogando de finales cada uno de los encuentros que han ido restando para el final del campeonato liguero.

La distancia que el Atlético de Madrid ha mantenido con el Sevilla ha obligado a calificar como finales todos y cada uno de los enfrentamientos del club de Nervión en este último tramo de la competición. Sin duda, el hecho de tener al equipo con los cinco sentidos puestos en el objetivo han hecho inexcusable esa repetitiva exageración.

Ahora sí ha llegado el momento. El partido frente al Racing de Santander se ha convertido en la “tercera final de esta temporada”, tras las dos precedentes de Sevilla-Madrid y de Mónaco.

Ganar supondría llegar a las dos jornadas finales con las posibilidades intactas de alcanzar la clasificación para la Liga de Campeones, algo insólito a la luz del comienzo del campeonato. Sin duda la distancia con los colchoneros es substancial pero la victoria sevillista en tierras montañesas y la difícil papeleta de los madrileños en Montjuic podrían dejar reducido el trayecto, o, como mal menor, lograrían mantener los tres puntos de desventaja a la espera de lo que acontezca en las dos últimas jornadas.

Incluso el empate podría ser bueno si el pupas actúa como es habitual, pues, aparte de, prácticamente, asegurar la clasificación para la UEFA, podría incluso servir para reducir también las distancias.

La derrota, naturalmente, supondría decir adiós al objetivo, no por lo que pueda hacer el Atlético, sino porque el Racing se situaría en una posición casi insalvable a falta de dos fechas.

Por ello, el partido de El Sardinero deben enfrentarlo nuestros profesionales situando su mente en Eindhoven, Glasgow, Mónaco o Madrid, lugares donde el Sevilla ha sabido dar la auténtica medida de sus posibilidades, cosechando los triunfos que nos han situado en la élite del fútbol mundial. Naturalmente, hay que ser conscientes de la extrema dificultad del partido. Restan 270 minutos para que finalice la temporada y los nuestros tienen que poner -van a derrochar- toda la energía y toda la calidad que llevan dentro. De ellos depende, en ellos confiamos. Ahora, sí o sí.

    

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Martes 29 abril 2008

Jiménez vs. Juande

Lo justo de las comparaciones

 

 

La práctica totalidad de la prensa deportiva sevillana y una significativa representación de aficionados sevillistas han querido buscar desde el 28 de octubre pasado, fecha en la que Manolo Jiménez dirigió por primera vez al Sevilla desde el banquillo, puntos de encuentro (mejor, de desencuentro) entre la gestión del técnico canterano y la de Juande Ramos, el mejor entrenador del mejor Sevilla de la historia.

 

Insisten en cotejar las dos últimas campañas con la actual, cosa que también podría hacerse sin desmerecer la labor de Jiménez, pero la comparativa entre las dos trayectorias sólo puede realizarse ecuánimemente refiriéndose a los resultados cosechados por ambos técnicos en la actual temporada: 7 jornadas con Juande en el banquillo y 27, a fecha de hoy, con Manolo Jiménez dirigiendo los destinos de una plantilla confeccionada, no se olvide, con el refrendo del hombre de la mancha.

 

La brutal, sanguinaria y canallesca campaña desatada contra el inquilino actual del banquillo sevillista ha alcanzado cotas degradantes, ignominiosas, obscenas e indecentes. El otrora serio e influyente diario ABC publica hoy un estudio demográfico con un universo de 108 personas que bien podría calificarse como encuesta de la señorita Pepis y que, no podía ser de otra manera, achaca los males del Sevilla al entrenador arahelense.

 

La inmensa mayoría de los plumillas y gacetilleros deportivos de nuestra ciudad, arropados por ese apreciable complemento de aficionados sevillistas, ha apuntado desde el inicio sus cañones contra el de Arahal con la mirada puesta, no se olvide esto, en su odiado y mil veces repudiado -¡qué putada!- José María del Nido.

 

Los números de Jiménez cantan por sí solos. Tomó las riendas del equipo cuando se encontraba a 4 puntos del descenso y a 8 de la meta Champions y lo ha colocado sexto, a tan sólo 3 puntos del objetivo inicialmente marcado. Nunca, ningún equipo, a excepción de Madrid y Barcelona, ha luchado por segundo año consecutivo, en las postrimerías del campeonato, por entrar en dicha competición. Y si quieren comparativas… ¡marchando una de comparativas!:

 

El Sevilla con Juande cosechó 9 puntos en 7 jornadas (1,29 puntos por encuentro). Con Jiménez: 43 puntos en 27 jornadas (1,60 puntos por encuentro).

 

El Sevilla con Juande ganó 3 partidos de 7 (42,86%); con Jiménez ha salido victorioso en 13 de 27 (48,15%). Con el hombre de la mancha perdió 4 partidos de 7 (57,14%), con Jiménez 10 de 27 (37,04%).

 

El Sevilla con Juande hizo 13 goles en 7 partidos (1,86 goles por encuentro); con Jiménez (el del pasito atrás) 51 goles en 27 partidos (1,89 goles por encuentro). Con el mejor entrenador del mejor Sevilla de la historia el equipo encajó 10 goles en 7 partidos (1,43 por encuentro); con Jiménez 38 goles en 27 partidos (1,41 por encuentro).

 

Estos son los números, números de Champions, las testarudas e implacables cifras que nos indican que en todos y cada uno de los apartados estadísticos de la clasificación de primera división, el actual técnico sevillista supera los resultados del idolatrado entrenador manchego.

 

¿Quién lo diría, escuchando y leyendo la basura que estos mugrientos succionadores de tres al cuarto vierten un día sí y otro también tratando de convertir en realidad sus farsas y fantasías mil veces ingeniadas y relatadas?

 

Encantados de haberse conocido y seguidos en manada por un significativo segmento de la afición ayuna de opinión propia (“lo ha dicho la radio”) se atreven a divulgar a los cuatro vientos que el Sevilla ha sido eliminado de la Champions y de la Copa del Rey por equipos secundarios (la botella totalmente vacía) sin advertir que en ninguna de las dos competiciones el equipo ha sido inferior en el marcador: cayó ante el Fenerbahçe en los penaltis y ante el Barcelona gracias al valor doble de los goles en campo contrario.

 

Incluso gozan algunos de estos “sevillistas” apuntando que no fue el Barça quien nos echó de la competición copera sino el Denia, solemnizando que sólo gracias al gol conseguido de penalti en las postrimerías del encuentro pasamos a la siguiente eliminatoria. Esto es, claro está, demérito de Jiménez.

 

A ninguno de ellos se le ha pasado por la imaginación exponer que la Copa de la UEFA del pasado año está desvalorizada porque sólo un gol de nuestro portero, en el último minuto del partido de vuelta de octavos de final, nos dio la posibilidad de seguir adelante. Aquello fue mérito de Juande… lo había diseñado todo previamente en la pizarra...

 

Ninguno recuerda que en la final de Glasgow estuvimos a merced de un Español con 10 jugadores durante casi una hora y que sólo la fortuna –bendita suerte- de los penaltis nos llevó a un nuevo éxito europeo. Claro… es que entonces se sabían tirar los penaltis, el técnico también lo había previsto todo en la pizarra.

 

Critican ahora las inoportunas palabras de Jiménez en el sentido de que el equipo llega cansado al tramo final de la competición y se le achaca que -faltaba más- si eso es así, sólo es debido a la falta de rotaciones que él mismo debería haber llevado a cabo ¿Admite siquiera comparación, sin ruborizarse, el número de jugadores disponibles el pasado año con el de éste?

 

A nadie se le ha ocurrido reparar, siquiera por un instante, en la lamentable forma física en la que el equipo llegó el pasado año a la final de Madrid donde el Getafe nos pasó por lo alto en el plano físico de principio a fin, pese a las magníficas rotaciones que concebía el técnico de la mancha.

 

Pero ahí no acaba todo. Resulta que deambula, bien cerquita, un técnico de un equipo aspirante a la UEFA al que, con todo merecimiento, ha conseguido colocar a estas alturas a seis puntos de la salvación. Pues estos mismos reivindican a diario su renovación, se demanda un día sí y otro también la ¿erección? -ahora se entiende- de un monumento a tanta sabiduría y hasta se exige colgar su nombre de una calle aprovechando la renovación del callejero. Por el contrario, mientras los técnicos españoles estiman que el Sevilla es el favorito para alcanzar la cuarta plaza liguera, ellos, sin ruborizarse, piden la crucifixión pública del técnico que tomó a un equipo al borde del descenso y que lo ha metido, a cuatro jornadas del final, en la lucha por la consecución de la meta fijada mucho antes de suceder todo lo acontecido este año…

 

Pero, claro está, ¿ha sucedido algo este año en el Sevilla o son sólo excusas?

 

    

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Miércoles 9 abril 2008

Jueves de Feria sin semifinal europea

¡Qué aburrimiento!

27 de abril de 2006 y 26 de abril de 2007, dos fechas muy parecidas, poco más o menos que capicúas, que inmortalizan los dos últimos jueves de la Feria de Abril sevillana; los dos últimos jueves en que la ciudad entera, por dos veces, no vivió pendiente de lo que acontecía en Los Remedios sino de lo que ocurrió en dos estadios: en el Ramón Sánchez Pizjuán, nuestra casa, en la primera de ellas y en el Reyno de Navarra, una año después.

 En esos dos jueves de Feria de abril el Sevilla disputaba sendas semifinales europeas, ante el Schalke 04 y ante el C.A. Osasuna, eliminatorias que acabaría superando con éxito el equipo sevillista para plantarse en las correspondientes finales continentales.

 Después llegaron Eindhoven y Glasgow y además Mónaco y también Madrid, en dos ocasiones, y todo lo que ello supuso -¡tantas vivencias, tantas emociones, tanto honor, tanta gloria, tanta grandeza!- sólo fueron el punto y seguido de aquellos dos jueves para el recuerdo.

 ¡Cómo olvidar aquel 27 de abril de hace dos años!: La Bombonera a rebosar, la bufandada sin parangón, el tifo –otro más- espectacular, el himno del centenario interpretado por su autor desde el centro del terreno de juego… pero, sobretodo, ¡cómo olvidar, en el minuto 100 del partido, aquel zurdazo imparable e impresionante de nuestro llorado Antonio Puerta que en centésimas de segundo valió para echar por la borda tantos y tantos años de pesadumbres, sufrimientos, angustias y amarguras! Imposible, imposible borrarlo de la memoria… fuegos artificiales, lágrimas… ¡Eindhoven, sí o sí!

Recuerda el gol de Puerta en Sevilla Fútbol Club Radio

El vídeo del gol que nos metió en la final

 

Imágenes y vídeos del Jueves de Feria de 2006

(1) (2) (3) (4) (5) (6)      (V.01) (V.02) (V.03)

 ¡Cómo olvidar ese otro más reciente 26 de abril último!: El Reyno de Navarra vestido con sus mejores galas a la espera del sueño de una final europea. No fue el mejor Sevilla aquel día, pero todo se podía remediar –y vaya si se remedió- una semana después, ya metidos en mayo, en la fábrica de sueños de Nervión.

 Mañana, otra vez Jueves de Feria, aunque -¿será por la escasa coincidencia de las fechas?- esta vez sí, los sevillanos acudirán al Real con el ánimo exclusivo de disfrutar de tan extraordinaria fiesta, sin esos otros alicientes y esos aderezos picantitos con que el Sevilla Fútbol Club ha impregnado el ecuador de las dos últimas Ferias de Abril.

 Al menos esta cavilación debe servir para valorar como merece todo lo mucho y bueno –extraordinario- que nuestro Sevilla ha hecho en el orbe futbolístico en los últimos tiempos. A la espera de otros días semejantes, ¡qué jueves más aburrío!

    

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Lunes 3 marzo 2008

¡Recordad Lepanto!

De enciclopedias y diccionarios

Dice la Wikipedia, la biblia según la red, que la sublimación (del latín sublimāre) es el proceso que consiste en el cambio de estado de la materia sólida al estado gaseoso sin pasar por el estado líquido.

 Y digo yo que por qué la enciclopedia virtual se salta a la torera la primera acepción del diccionario de la RAE, que reza:

sublimar.

(Del lat. sublimāre).

1. tr. Engrandecer, exaltar, ensalzar o poner en altura.


Y, ya puestos, por qué no unimos las dos acepciones y cuadramos el círculo y hacemos que la sangre roja que se nos quedó en Riazor helada pase directamente al estado gaseoso y hierva literalmente en nuestras venas sin solución de continuidad. Y, a la vez, engrandezca, exalte y ponga en altura lo que de por sí es sublime. Si algo nos ha enseñado este Sevilla de mis culpas es que nada es imposible. Ni lo mejor ni lo peor. Lo peor ya lo vivimos; lo mejor... está por llegar.

Hay quienes piensan como Raffiki, el chamán del Rey León, que el cambio siempre es bueno. No importa lo que traiga, sea bueno, malo; transitorio o permanente. Es el ciclo natural, la evolución, el principio y el fin. La crónica oficial nos dice que el Sevilla F.C. ha dejado de ser el mejor equipo del mundo, los cantamañanas anuncian el final de un ciclo y los agoreros vislumbran tempestades sin fin en el horizonte... ¡como si fuera la primera vez! .

Bienvenido sea el cambio, bienvenida la "crisis" y bienvenida la renovación. Cualquier situación puede servirnos de punto de partida. Lo fue aquel gol de Tsartas, lo fue la interminable e inolvidable noche de feria, lo fue el cabezazo del portero en el último suspiro, lo fue la batalla de Pamplona, y lo será nuestro particular Lepanto de mañana.

A partir de mañana, seguiremos escribiendo la historia del mejor equipo de Andalucía. De nosotros depende. No ha sido la primera vez ni será la última. Mañana todo el sevillismo, como una sola voz, como un sólo grito, ha de llevar en volandas al equipo a ganar, sí o sí, ganar o ganar. No hay otra.

Mañana más que nunca, mañana y siempre, ¡Vamos mi Sevilla, vamos Campeón!. Y que no decaiga.

    

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Domingo 10 febrero 2008

¡Los "coloraos" son los nuestros!

¡Qué asco de tanto advenedizo resultadista!

¡Los "coloraos" son los nuestros! (Bilardo dixit). Hubo de llegar a nuestro banquillo un campeón del mundo con la albiceleste, Carlos Salvador Bilardo, para, abriéndonos los ojos, hacernos ver lo que debiera parecer evidente: cuál es nuestro equipo. Un entrenador que, como tantos otros, tampoco triunfó en el Sevilla Fútbol Club, pero que debió observar que nuestro comportamiento no era del todo normal.

 

Viene la recordada frase de Bilardo a cuento de lo que cada vez más, con más empeño cada jornada, se refleja en las gradas de nuestro estadio y en los comentarios post partido que se vierten en las distintas páginas sevillistas. Visto los visto y leído lo leído, pareciera que nuestro equipo no es el Sevilla sino el rival de turno. No se valora en absoluto la -por fin recuperada- grandiosa puesta en escena de un gran equipo y los enormes valores que atesora la actual plantilla sevillista.

 

Una significativa minoría (pero que bien se hacen notar) de seguidores sevillistas, casi todos recién llegados a las gradas nervionenses, al olor de los títulos y de los triunfos, se muestra terriblemente desconsolada porque "su" Sevilla no consiga los resultados apetecidos en todos los partidos, es decir que los gane todos. Siempre hay un culpable para que esto ocurra y lo más fácil es encontrarlo en el entrenador y, así, con su habitual maestría, sentencian: "Jiménez no está a la altura", "este entrenador no vale para el Sevilla", "es un amarrategui, siempre da el pasito atrás", ... ¡Lástima de tantos y tantos técnicos que tenemos perdidos, desperdiciados y diseminados en las gradas y en los distintos sitios sevillistas en internet!

 

Produce verdadero asco y repulsión leer y escuchar algunas opiniones de algunos de nuestros ¿hermanos? de sentimientos, en concreto sobre el partido de ayer. Resulta que, para ellos -tras un primer tiempo en el que el Sevilla borró del campo al Barcelona- al técnico le debió parecer excesiva tanta diferencia y en el descanso ordenó a sus jugadores encerrarse en su área a defender la pírrica ventaja obtenida. Ninguno de estos desaprovechados "entendidos" que se reparten por los graderíos observaron, o siquiera recapacitaron, en la posibilidad de que, enfrente, había otro equipo conformado, al igual que el Sevilla, con once jugadores, pero no con once cualesquiera, once deportistas que estaban prácticamente firmando el final de su temporada liguera si no lograban vencer, once futbolistas que del centro del campo en adelante componían gente como Xavi, Iniesta, Messi, Giovani y Henry y, posteriormente, Ronaldinho y Gudjohnsen. Siete jugadores , al parecer de estos "figuras", de "enorme proyección"...

 

Pues nada, lo dicho: para nuestros queridos (y también temidos) advenedizos resultadistas, Jiménez ordenó una defensa numantina del área de Palop. Resulta que para ellos, esos nombrados (y renombrados) futbolistas azulgranas no tuvieron absolutamente nada que ver con la ofensiva y el resultado final. Fue el Sevilla quien les permitió el paso al frente. En absoluto valoran (son incapaces) las dificultades que hemos soportado esta temporada, comenzando por lo que no hace falta ni recordar y terminando por el delito de alta traición cometido por el mejor entrenador de nuestra historia. Sí, curiosamente ese al que, en los primeros compases como técnico sevillista -al son que interesadamente otros le marcaron- descalificaban como sevillista y comparaban irremediablemente con el entonces inolvidable Joaquín Caparrós. Descalificaciones, también, de estos inconformistas resultadistas a los que sólo les vale ganar para lograr la ansiada felicidad. Inconformistas olvidadizos que parecen no recordar el paupérrimo comienzo liguero que nos brindó el mejor entrenador (y el mayor traidor) de nuestra historia.

 

Visto lo visto, insistimos en la innecesariedad de la ampliación de un Sánchez Pizjuán que sólo se llenaría en contadas ocasiones con los futuros advenimientos que se produzcan a raíz de nuevos triunfos a los que no habrán contribuido (todo lo contrario) estos exigentes pesimistas llegados siempre "a la luz de la candela". ¡Bienvenidos todos los que vengan a sumar, pero cuánta nostalgia de ese Sevilla de los 25.000 fieles!. ¡Ay, Bilardo!: ¡Los "coloraos" son los nuestros! (cuando ganan y, también, cuando no le dejan ganar).

 

    

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